Tres golazos, cuatro expulsados, sólo un punto de luz entre uno y otro. Son las cifras que dejó la trascendental victoria de uno de los escoltas, Sportivo Desamparados, sobre Villa Obrera por 2-1 para cortar camino y ponerse a tiro del líder. Demasiado para 90’ intensos en Puyuta en la que la mayor virtud del ganador fue madrugar en los dos tiempos. A los 2’ Francisco Fernández le metió toda la rosca posible en un corner desde la derecha para hacer inútil la estirada de Araoz. Desamparados había dado el primer golpe y parecía que resolvía todo porque a los 20’ se fue expulsado Aballay en la Villa y esa ventaja podría facilitarle todo al Puyutano. Pero no fue así, porque apenas tres minutos más tarde se fue expulsado Rodríguez en Sportivo y todo volvió a ser parejo. Entonces, el puntero se afirmó, se animó y tras una muy buena jugada de Emanuel Bravo por la izquierda, Carmona definió con un preciso cabezazo para poner el 1-1 parcial y merecido por ambos.
En el complemento, otra vez la sorpresa de entrada la dio Desamparados que armó una gran jugada del medio hacia la izquierda para que Miguel Guirado quedara cara a cara con Araoz y eligiera fantasía pura para definir sobre el cuerpo del arquero. Un golazo que abría otro partido porque la ventaja volvía a ser del local y minutos más tarde se iría expulsado Elías Más en el conjunto chimbero. Ahí aparecieron los espacios que Desamparados nunca pudo terminar de aprovechar. Ceballos, Ochoa y el ingresado Walter Olivares no pudieron definir ante un Araoz desprotegido. Era mínima la ventaja de Sportivo y la Villa, con su enorme amor propio, no se entregaba todavía. El juego se hizo intenso, con todos los espacios a favor de Desamparados pero sin la precisión como para definirlo. Villa Obrera se reacomodó como pudo y cuando parecía que iba a dar pelea hasta el final, llegó otra expulsión. La de Gustavo Delgado que estuvo apenas un minuto en la cancha. Demasiadas complicaciones para el técnico Santos Gaetán que trató de parar lo mejor que pudo a su equipo.
Desamparados pudo haberlo sentenciado pero no tuvo la frialdad para concretarlo. Fue dueño del partido en el tramo final, después de haberlo trabajado muchísimo. Fue práctico en el momento justo y con eso, ganó el partido que quería ganar para armar otro Oficial y meterse en la pelea por el título.

