Pasó el descenso. Pasó ese trago amargo de solamente permanecer solo una temporada en la Primera B Nacional. Es momento de volver a empezar para este Sportivo Desamparados al que todo parece costarle el triple para difrutarlo mejor. De regreso en el Argentino A, el primer capítulo del Operativo Regreso será en San Juan, ante su gente. Después de haber superado el problema de las inhibiciones, de sufrir por no tener su cancha en condiciones, Sportivo se vuelve a vestir con una camiseta que hace posible lo imposible: el amor incondicional de su gente. Con 15 refuerzos, con todas las ilusiones y apostando a un técnico nuevo en la categoría como Andrés Villafañe, Desamparados vuelve a empezar en esa frenética lucha por demostrar que es grande, que tiene gente.
En el proyecto institucional hay una cara nueva como lo es Carlos Lanusse. Un dirigente nuevo en el ambiente que ya demostró muñeca para capear el temporal y dejar a Sportivo en condiciones de empezar la temporada sin problemas. En lo deportivo, la apuesta es a Villafañe, un entrenador que fue jugador de Desamparados y que en el Argentino B demostró argumentos de sobra como para manejar las ilusiones de todo Puyuta.
En el plantel, la idea fue mantener la columna vertebral del equipo que ascendió y descendió. Ariel Barth es tal vez el símbolo de ese proceso y su continuidad demuestra el perfil que quiere adoptar este nuevo Desamparados. Llegaron 15 refuerzos y sus nombres marcan experiencia en la divisional. El arquero José Mancinelli tiene una enorme historia en Estudiantes de Río Cuarto, Maximiliano Zbrun y Víctor Benítez tienen muchas temporadas encima con Brown y con Maipú. Más arriba, Alexis Salazar aparece como uno de los nombres que ya hizo su historia en el Argentino A. De San Juan, este Desamparados sumó a Pablo Jofré y Eduardo González, dos productos de la cantera sanjuanina que necesitan demostrar en otro nivel lo que producen. También hay consagrados como Alejandro Schiaparelli o Leopoldo Gutiérrez. Dos nombres con roce internacional.
Sportivo Desamparados vuelve a reinventarse. Se vuelve a poner de pie para demostrar que sus ilusiones tienen sustento. Su gente, es su mejor refuerzo.
