Fiesta incompleta fue lo que se vivió ayer en Santa Lucía, es que el Lechuzo no pudo frente al Lobo mendocino y terminó empatando 1 a 1 ante su gente. Todos por Santa Lucía querían terminar de la mejor forma de cara al futuro, pero finalmente el Lechuzo terminó el año con sabor agridulce porque lo pudo haber ganado, aunque también lo podría haber perdido. Lo mejor se vio en el primer tiempo. Alianza salió a esperar el planteo que propuso Gimnasia y lo dejó atacar como quiso. Es que el juego transcurrió en el mediocampo sin llegadas claras a los arcos.

Los arqueros eran fieles espectadores. Claro que eso le trajo sus riesgos, a los 15’, tras un tiro de esquina en el área lechuza, apareció solito David Fernández que la mandó a guardar. Alianza no se desesperó y esperó su chance. Los dirigidos por Medina comenzaron a ganar en el medio. A los 31’, cuando Alianza claramente era superior, Alaniz -que estuvo intratable- entró al área con una gran jugada personal, Mazzetti lo bajó y todo Alianza explotó reclamando penal, que el árbitro Sosa ignoró. A los 35’, el “Huevo” Cristian Del Castillo encaró por la derecha metió un centro exquisito buscando a Uranga, el ‘‘Torpedo’’ remató y la pelota se clavó en el arco de Aracena para la alegría el pueblo lechuzo. Era merecido el empate 1 a 1 porque cada equipo había hecho lo propio como para irse al vestuario en igualdad.

En la segunda parte nada cambió, ni siquiera el marcador.

Gimnasia pasó a defenderse, y Alianza atacó como pudo buscando los espacios que el Lobo en pocas oportunidades le dejó. Pudo haber sido para cualquiera. El local, jugando en superioridad numérica por la expulsión de Garín, lo tuvo con el ingreso de Almazán, pero no lo aprovechó. El ex-Sportivo desbordó siempre buscando algún compañero. En el minuto final, Almazán habilitó a Fernández, el ‘‘Teco’’ le pegó y Mazzetti despejó de la línea. Fue igualdad en Santa Lucía. Al Lechuzo ahora sólo le queda pensar en lo que viene y no perder la esperanza.