No había llegado todavía la Selección argentina al arco rival cuando De Paul metió un pase que terminó siendo el letal. Porque Angel Di María, que se había ganado la titularidad con honores por sus rendimientos cada vez que entró desde el banco en los últimos partidos, recepcionó y partió decidido a escribir su propia hazaña. El rosarino, se sacó la mochila que cargaba hace años. El "Fideo" ese jugador que fue resistido por buena parte de los futboleros de este país, calló bocas con su exquisita definición picándosela a Ederson y haciendo delirar a todo un país. Un gol similar al que le marcó a Nigeria en los Juegos Olímpicos de Sidney. "Mucha gente pedía que no volviéramos al país si perdíamos pero hoy pudimos darle una alegría a todo un país. Lo necesitábamos". Con esas palabras el rosarino de 33 años también se sacó la espina que cargaba junto a Nicolás Otamendi, Sergio Agüero y el mismísimo Lionel Messi, tras las finales perdidas en el Mundial 2014 y las ediciones 2015 y 2016 de la Copa América. "Le agradecía a Lio por esto, pero él me agradecía a mí. Creo que todos lo necesitábamos", continuó explicando el rosarino que si bien con la Selección sub-20 se coronó campeón en el Mundial de Canadá 2007 y con la Selección olímpica obtuvo la medalla de oro en Pekín 2008, ayer se sacó una espina.