Buenos Aires, 12 de marzo.- La violencia en el fútbol pareciera no tener fin. A pesar del aumento en los controles policiales, del derecho de admisión en el ingreso a los estadios y otros planes para detener la violencia como el frustrado proyecto de “Hinchadas Unidas Argentinas”, los enfrentamientos entre barras continúan.
Dos muertos, un herido y cinco detenidos fueron el saldo de las batallas que mantuvieron, en el día de hoy, los barras de distintos clubes de fútbol.
Anoche, Juan Alberto “Chaperito” Bustos, hijo de el “Chapero”, ex jefe de la barra de Rosario Central, recibió cinco balazos de dos hombres que se desplazaban en moto en el barrio de Empalme Graneros. Este asesinato se dio en el marco del enfrentamiento que mantienen el grupo de “Los Pillines”, actuales líderes de la barra de Central, dirigidos por Andrés “Pillín” Bracamonte, y “Los Chaperitos”, quienes habían sido desplazados del control de la tribuna.
Hoy al mediodía, seis barras del club Defensa y Justicia se enfrentaron en el barrio Santa Rosa, ubicado en el partido de Florencio Varela. Luego de una breve discusión y algunas corridas, uno de ellos apuñaló a Víctor Galarza, de 21 años, quien murió en el lugar del hecho.
Finalmente, en la tarde de hoy, un grupo de barras de Estudiantes, a bordo de un vehículo, atacó a balazos a una facción rival, que se encontraba comiendo un asado en la vereda de un negocio. Los atacantes fueron perseguidos y posteriormente atrapados por la policía.
Sumado a esto, y si bien no hubo enfrentamientos físicos que lamentar, se agregan a la violencia del día las pintadas que aparecieron en Casa Amarilla contra el dirigente Marcelo London, en el marco de la tensa relación que mantienen los dirigentes "xeneizes".
Las peleas ya no son, como en otras épocas, entre hinchas de equipos rivales a la entrada o la salida de los partidos. En estos tiempos, las batallas se caracterizan por ser de carácter interno: dos o más facciones de una misma hinchada se disputan el dominio de la popular y los negociados que esto conlleva.
Los nuevos enfrentamientos tienen, además, una nueva característica: ya no se limitan a las inmediaciones del club. Las peleas entre grupos enfrentados de barras se desarrollan ahora en cualquier punto de la ciudad. Así lo demuestran el asesinato de Juan Alberto “Chaperito” Bustos y Víctor Galarza.
En declaraciones al canal C5N, el jefe de Policía de la departamental Zona Norte, Salvador Baratta admitió: “Yo puedo prever un enfrentamiento entre hinchadas, ¿pero cómo podemos prever que los mismos que van juntos a la cancha se vayan a enfrentar entre ellos?”.