Mariano y Emiliano compartes muchas cosas. Son bajitos, pues ninguno se levanta del suelo por más de 170 centímetros. Llevan la buena técnica en los pies. El fútbol corre por sus venas desde chicos cuando comenzaron a darle a la redonda. Ambos son volantes creativos. Más allá de todas estas coincidencias, también la similitud pasa por el apellido de los dos: Ochoa. No son hermanos, como alguno podría pensar de entrada. Son primos y ayer, por 90′ estuvieron separados por el color de la camiseta de cada uno: Mariano defendiendo la de San Martín y Emiliano la de Desamparados. Al final, todos contentos con el punto.

Para los dos se trató de un encuentro particular, más allá de ser un clásico. "Jugar con tu primo como rival es una sensación distinta al resto de los partidos. Es como que la previa es distinta. Uno sabe que tiene que dejar todo por su equipo, pero también pensás en que enfrente esta un pariente tuyo”, explicó Mariano, de 22 años, quien juega en el club de Concepción desde hace cuatro temporadas.

Antes de comenzar el encuentro se notó que era especial para ellos, en este caso por el pedido de Emiliano para con un fotógrafo habitué de las canchas del fútbol local: "Le dije que si nos podía sacar una foto para guardarla de recuerdo. Es algo muy lindo jugar entre nosotros, aunque yo siempre quiero ganar, más allá que Mariano esté enfrente”, describió el pelado de Sportivo de 19 años y quien hizo las divisiones inferiores de forma completa en el puyutano, club del cual es fanático.

El pedido se cumplió por parte del fotógrafo Roberto Poblete y también no dudaron en posar a pedido del reportero gráfico de DIARIO DE CUYO. Los dos contaron que no hubo apuestas de por medio, ya que a ninguno les agrada ese tema: "No charlamos antes por un tema de respeto por el otro, lo hicimos un poco en la cancha pero nada más”, detalló Mariano y Emiliano a su vez explicó que "esta es la segunda vez que nos enfrentamos ya que antes lo hicimos en mayo en Desamparados (empate 2-2). Ahora hay que ver qué pasa en el tercero porque todavía ninguno festejó. Lo importante es que la familia esté contenta y nosotros también”.

Durante los 90′ y pese a estar los dos en la zona de volantes, no hubo roces. Por eso y por la igualdad, no habrá cargadas. Todo, claro, hasta que los Ochoa vuelvan a estar divididos por la camiseta.