Buenos Aires, 18 de octubre.- Boca Juniors doblegó hoy a Tigre
2-1 y sumó su tercera victoria consecutiva que lo ubica en una
posición expectante en el torneo Apertura y le permite llegar al
superclásico con envión positivo.
Fue un partido electrizante, particularmente en el segundo
tiempo en el cual los dos equipos contaron con numerosas situaciones
de gol con lo que el espectáculo alcanzó picos de gran interés,
aunque los errores hayan sido muchos en ambos bandos.
Fue la mejor producción de Boca en el actual ciclo de Alfio
Basile con Juan Román Riquelme mucho mejor físicamente, con
Sebastián Battaglia regresando a su mejor nivel, con la vigencia de Martín
Palermo para trabajar en campo rival, algunas brillantes
intervenciones de Roberto Abbondanzieri y la aparición goleadora de
Nicolás Gaitán, autor de los dos tantos.
En la columna del debe se anota que el equipo no cerró el
partido cuando debía, en algunos casos por exceso de individualismo, y
quedó expuesto a sus debilidades defensivas que persisten y que
no le permiten terminar un partido con su arco en cero.
Tigre fue superado en la mayor parte del juego, aunque en el
último tramo produjo lo mejor de su trabajo y estuvo cerca de un
empate que le hubiera quedado grande.
En el primer tiempo Boca hizo circular la pelota tan bien como
hacía mucho tiempo no lo conseguía, con un gran trabajo de de
Riquelme que le permitió al equipo de la Ribera mover muy bien el
balón por todo el ancho de la cancha.
Tigre se insinuó con peligro en algunos contragolpes, en
particular por los problemas que Carlos Luna le ocasionó a los
centrales, pero le costó mucho afirmarse en la mitad de la cancha.
Y si logró mantener el cero fue por el buen trabajo de Daniel
Islas y por algunos apresuramientos de Boca en la definición,
particularmente en el caso de Gaitán.
El equipo de Basile tuvo ocho aproximaciones. ¿Las más claras?
Un tiro libre de Riquelme que desvió Islas a los 4, un remate de
Gaitán después de gran jugada colectiva que produjo otra buena
respuesta del arquero visitante y un tiro libre de Riquelme que pegó
en el palo derecho del arco rival.
Lo mejor de Tigre fue un tiro libre de Martín Morel a los 22 y
otro remate del volante que salió recto a la posición de
Abbondanzieri, al cabo de un contraataque bien manejado por Luna.
Boca abrió el partido a los 4 minutos del segundo período en
una acción que tomó muy mal parado al fondo de Tigre, lo que le
permitió a Gaitán recibir solo ante Islas un pase de Insúa y definir
con tiempo y espacio.
Diez minutos más tarde Insúa manejó muy bien un contragolpe
por izquierda y le puso la pelota en la cabeza a Gaitán que no se
equivocó y estableció el 2-0.
De inmediato Abbondanzieri tuvo que esforzarse dos veces
consecutivas, primero ante Rodolfo Arruabarrena y luego ante Leandro
Lazzaro como demostración de que Tigre no estaba vencido.
A los 20 otra vez trabajó el arquero de Boca para desviar un
disparo de Leandro Lazzaro. Boca manejaba bien el balón en ataque y
pudo haber resuelto el partido, pero Riquelme falló en dos
definiciones tras dos grandes jugadas y el equipo de Basile estaba muy
mal parado atrás.
A los 33 se escapó Lazzaro por el sector del flojo Fabián
Monzón, colocó un centro a media altura y Luna de cabeza descontó.
El partido se hizo de ida y vuelta y en ese toma y daca Tigre
contó con un remate de Guillermo Suárez que dio en el palo a los
43 y un cabezazo de Pablo Garat, pocos segundos más tarde, que se
fue por encima del travesaño.
Al final ganó Boca y está bien, pero cuando se tiene ocasión
de definir con comodidad y se termina pidiendo la hora es síntoma
de que algo no funciona.
