En la carrera por esquivar el abismo del descenso hay actualmente siete equipos en serio riesgo. Pero la particularidad es que dentro de ellos, hay dos grupos bien marcados entre los que pretenden zafar del descenso directo y los que buscan esquivar la Promoción con un equipo de la B Nacional, que casi con seguridad será San Martín, lo que resta definir es el rival del Verdinegro en este mano a mano.
ABISMO DIRECTO
Los más comprometidos son hoy tanto Quilmes, Huracán y Gimnasia. La ventaja que tiene el Cervecero de dividir por una temporada a esta altura casi no cuenta ya que su pobre campaña lo tiene prácticamente condenado a volver a la segunda categoría. El que parece tomara el mismo rumbo es Huracán, que viene en picada y más allá que todavía tiene tres partidos completos y otro suspendido con Estudiantes, la sensación es que anímicamente está destruido. No en vano, el propio arquero Monzón tiró hace un par de semanas ‘queremos que esto termine cuanto antes y saber dónde vamos a quedar‘.
Gimnasia, que parecía muerto tras caer con Huracán hace nueve fechas, y que ahora con el punto de ventaja que le sacó y el envión moral que tiene parece estar mejor parado de cara al cierre de temporada.
ABISMO CON ESCALAS
Cuatro equipos buscan no ser el que finalmente caiga en Promoción, lugar que hoy correspondería a River, algo inédito en su historia de más de cien años. El que corre con ventajas en este escalón es Olimpo, que divide por una campaña y que de sumar siete de los nueve puntos en juego se salvará sin importar el resto de los resultados. Entonces, la pelea del Millonario claramente se centra en lo que hagan los otros dos equipos que dividen por tres campañas como Arsenal y Tigre. El equipo de JJ quedó mal parado a tres fechas del cierre pues le debe descontar un punto al equipo de Sarandí y tres al Matador. Claro que cuenta con la ‘ayuda‘ de que este fin de semana se cruzarán dos rivales directos como Olimpo y Arsenal, lo cual en caso de sumar una victoria frente a Colón en el Monumental lo dejará fuera de Promoción a dos encuentros de definir la historia.
El peso de la historia parece haberse convertido en un enemigo extra para River. De hecho más de uno de sus jugadores, encabezados por el capitán Almeyda, tiraron la semana pasada que ‘hasta que no nos salvemos, no voy a poder dormir tranquilo‘.
El grande que hasta hace tres fechas también comenzaba a tambalearse y que parece ya zafó es Independiente.