En una tarde infernal, que puso a San Juan en la cima de las provincias más "calientes" con 40,4´ de temperatura y en una competencia disputada en condiciones bastante distintas con respecto a lo que se había anunciado formalmente en un dosier de prensa, con una diferencia de 57 kilómetros más de extensión; para ganar no sólo había que tener una excelente preparación física, sino también contar con una gran fortaleza mental para aplicar con lucidez suficiente una táctica victoriosa.

El circuito Aniversario del Pedal Club Olimpia, cuya carpeta indicaba un recorrido de 114,5 kilómetros originales, bastante dudosos, terminó completando 170 kilómetros, tras un cambio de recorrido para "sacarlo" de lugares afectados por el terremoto del pasado lunes. La carrera terminó siendo una "carnicería".

El mendocino Alejandro Durán, ex campeón argentino de contrarreloj, apeló a su fortaleza para evitar embalar con Marcos León Rodríguez. Lo ‘colgó’ faltando medio kilómetro y cruzó solo la meta.

Lo ganó con autoridad Alejandro Durán (SEP-San Juan). El mendocino, ex campeón argentino de contrarreloj, fue quien mejor leyó la carrera cuando la distancia con el pelotón se estiró a más de seis minutos. Después de muchos ataques iniciales y de varias fugas neutralizadas, saliendo de Casuarinas se corporeizó una escapada de 11 ciclistas que fueron ampliando la brecha, tras pasar por Caucete, 9 de Julio, Santa Lucía y llegaron a la Avenida de Circunvalación con más de seis minutos de ventaja. Junto a Durán "viajaba" su compañero Dario Álvarez; con ellos "tiraban" Ricardo Escuela (A.V. Fátima); Daniel Lucero (M. Rawson); Gerardo Tivani y Juan Melivillo (M. Pocito); Marcos León Rodríguez (Ureña Construcciones); José Astiasarán (F. Diberbol), Francisco Monte (Jácamo-Mza) y Facundo Crisafulli (Sind. Arg. de la TV)

Como la mayoría de los equipos continentales tenían, al menos, un hombre, menos Puertas de Cuyo, la responsabilidad de la persecución recaía sobre los "tricolores", quienes sin ayuda poco pudieron hacer en la infernal tarde que multiplicaba la necesidad de hidratarse para evitar una posible descompensación.

En su mundo. La carrera transitaba por la despoblada Ruta 270 y en pleno 25 de Mayo los chiquilines aprovecharon para refrescarse en el canal, mientras pasaba el pelotón.

Como por la diferencia que existía se podían llegar a juntar los líderes con el pelotón mayoritario, los comisarios determinaron que el 85 por ciento de los participantes culminaran "su carrera" sin girar en el Villicum; razón por la cual el espectáculo en el autódromo se circunscribió a los 11 que entraron juntos y dos pequeños grupos de no más de una docena de ciclistas que estaban a más de tres minutos.

Faltando dos giros Monte, Rodríguez y Durán, pegaron el "palo" decisivo. En el giro final Durán apretó y Monte no pudo seguirlos. Faltando medio kilómetro, el mendocino volvió a acelerar y Rodríguez no pudo con sus piernas y su alma. Entonces, por ser el más fuerte y "diablo" Durán festejó una gran victoria.