A pleno. El festejo del gol por parte de los juveniles argentinos Facundo Ortiz y Nahuel Castro. La selección de Juan Manuel Garcés comenzó con el pie derecho el torneo.

 

Enviado especial

Textos: Walter Cavalli
Fotos: Marcos Carrizo
DIARIO DE CUYO

Estaba claro que España iba a ser un rival pesado en el partido del debut. Pero éstos chicos del Sub-19 argentino cumplieron al pie de la letra con lo diseñado y se quedaron con un triunfazo que sorprendió a propios y extraños. La victoria albiceleste se basó en dos fundamentos básicos: Eficacia y orden. En base a eso, acompañándolo con un trabajo sin defectos en lo colectivo más actuaciones individuales que estuvieron a la altura de la perfección, el equipo de "Juanma" Garcés se dio el gran gusto.

Está claro que el partido fue siempre equilibrado. Pero hubo una diferencia. En el primer tiempo España tuvo una leve supremacía por sus ataques sostenidos. Pero como Argentina no se amilanó, el tablero terminó igualado (2-2).

En cambio en el complemento estratégicamente resultó todo de los Albiceleste. No sólo porque dominaron en el juego sino porque también lo hicieron en el marcador. Siempre estuvieron serenos y seguros de lo que hacían. España fue lo contrario y si bien en el mismo final se puso a tiro, no merecía la igualdad.

Para la Argentina fue un golpe de confianza para lo que se viene. Ellos mismos se encargaron de aclarar que no debe darse la relajación. Lo bueno es que ya no jugarán obligados. Ahora son los otros los que los miran desde abajo.

 

Claves

Cambiante

El inicio salió parejo. Argentina abrió el tablero con su contragolpe. Aunque España en el vendaval lo dio vuelta. Pero la albiceleste no se vino abajo, reaccionó a tiempo y empató antes del descanso.

Desequilibrio

El complemento fue propiedad del equipo argentino. Sereno, obediente a lo programado y eficaz a la hora de definir, el equipo de "Juanma" Garcés logró ponerse dos goles arriba y España ya no pudo darlo vuelta.