Sin el fervor de hace dos meses cuando Boca también llegó a San Juan para jugar por Copa Argentina (ante Guaraní de Misiones), pero con la pasión que los sanjuaninos le ponen cada vez que pueden ver de cerca a sus ídolos, ayer fueron 6.000 (la vez anterior fueron 10.000) los que con bombos y banderas no pararon de cantar durante la hora exacta que duró el leve entrenamiento. Y que tomó mayor popularismo una vez que concluyó y todos los jugadores se acercaron a firmar autógrafos y a sacarse fotos.
Quien no practicó ni hizo el reconocimiento al campo de juego pocitano fue el rival, Lanús, que según la organización se debió a una cuestión de horarios que imposibilitó que lo pudieron realizar antes que Boca, y que probablemente lo realicen en la mañana de hoy.
Para los sanjuaninos, que dos horas antes del inicio del entrenamiento ya hacían fila para entrar, se les habilitó una de las populares y los dejaron ingresar 15 minutos antes que Boca llegara al estadio. Nuevamente Carlos Tevez fue el eje de las miradas y del seguimiento constante de los celulares para dejarlo retratado como el más preciado tesoro.
El plantel, con el Vasco Arruabarrena al frente, hizo una entrada en calor y luego todos trabajaron pelota detenida, siendo Tevez el único que quedó al margen y dialogó en todo momento con los integrantes del cuerpo técnico. Al finalizar y por un lapso de 15 de minutos firmaron autógrafos e hicieron felices a más de 6.000 sanjuaninos.

