No se pudo disfrutar mucho de buen juego, pero sí del folclore de las tribunas y sobre todo por el clima caliente que imponían los jugadores dentro del campo de juego, sobre todo en el segundo tramo. En el inicio del Torneo del Interior de fútbol, Sportivo Peñarol salió adelante y derrotó de visitante a Colón Junior, que pagó caro el nerviosismo y el ser novato en un campeonato como éste, en la primera fecha del grupo dos.

El Merengue lució desordenado, nervioso y careció de un conductor de juego. También le jugó en contra que se dedicó más que nada a pelotazos y no a jugar a ras del piso.

El Bohemio se paró como el dueño de casa. Seguro, ordenado, con mucha conexión entre los jugadores que le valió a la hora de marcar. Porque no llegó mucho, pero cuando lo hizo dio en el blanco.

El primer tramo fue un partido de ida y vuelta, pero sin llegar a penetrar el área chica del rival. Por ello las llegadas de peligro fueron escasas. El local llegó con un centro de Narváez que atajó Ávila y un tiro libre de Aguilar que se fue por encima del travesaño.

Por su parte, la visita hizo temblar tres veces al arco de Colón. Un pelotazo de Neira que quedó en las manos del Tato González, un cabezazo de Barrionuevo que despejó el cuidapalos local y un tiro libro de Galletti que se fue apenas desviado.

El complemento tuvo de todo. Los goles, expulsiones y un clima muy caliente tanto dentro como fuera del campo de juego.

A sólo un minuto Colón se perdió la chance de anotar cuando Molina no pudo conectar bien la pelota de cabeza y la mandó afuera.

A los 5' después de un centro de Barrionuevo, el Cuco Quiroga cabeceó la pelota y la mandó a guardar al arco del Tato quien en medio de un descuido la pelota se le fue por encima de él y entró.

El partido se armó. Colón se animaba a más pero Peñarol se encerró en el fondo. Fue así que la defensa dejó solo al Tato que estaba adelantado y Quiroga, después de un centro de Olivarez, marcó el segundo a los 25'.

Colón estaba herido y con el agravante que a los 30' el Tato se fue expulsado por lo que Magallanes debió tomar su lugar ya que Cersósimo había hecho las tres modificaciones.

Con un hombre menos se fue metiendo al área rival. Lo intentó dos veces de tiro libre, uno de Magallanes que atajó Avila y otro de Pérez que se fue arriba del travesaño. El final estaba sentenciado.