Habían arrancado con una goleada en el debut ante Benjamín Matienzo. Ese 4-2 no fue casualidad porque Atlético General Sarmiento había mostrado señales de identidad desde el mismo comienzo de esta edición 2016 del Torneo de Clubes Campeones. Lo tenía que ratificar afuera y ante un rival de peso, con historia, como Sport Argentino de Albardón que también había arrancado con goleada y de local metía miedo. Pero Sarmiento ratificó todo, hasta su filosofía para tratar siempre bien la pelota, salir jugando y darle precisión en velocidad a su juego. Desde el arco, con Martín Ramos, empezó a ganarlo. En defensa la dupla Malonda y Frías no se equivocaron nunca pero lo mejor estuvo del medio para adelante. Con Molina, Argumoza y Fuertes para quitar todo y darle la salida clara a la zurda exquisita de Heraldo Zamora. Arriba, Fornari y Castro fueron una pesadilla por su movilidad, respetando siempre el libreto de su técnico Aquiles Moya que apostó al ataque y terminó ganando bien.