Huracán despidió ayer el año con una nueva derrota, la segunda seguida y la séptima en la primera parte de la Superliga, por 2-0, como local, ante el buen Arsenal de Sergio Rondina. En el estadio Tomás Adolfo Ducó y por la 16ta fecha de la Superliga, la visita abrió el marcador al minuto del segundo tiempo por Juan Cruz Kaprof y Juan Manuel García lo cerró a los 42m. El "Globo" sumó su sexto partido sin ganar y su público lo despidió con una fuerte silbatina, ya que finalizó la primera parte del torneo con apenas 15 puntos y en la 20ma posición.

El equipo de Néstor Apuzzo exhibió todos sus problemas en la ofensiva y terminó este ciclo con apenas ocho goles y uno solo en los últimos seis encuentros.

Arsenal, por su parte, festejó su segundo triunfo afuera de casa y con 24 puntos se metió en zona de clasificación a la Copa Sudamericana.

Tras el encuentro, Apuzzo afirmó que "estoy dolido porque no pudimos ganar de local en el último partido del año. Los dirigentes harán una evaluación y tomaremos la que sea la mejor decisión para el equipo. Siempre voy a tratar de ayudar desde donde me toque. Tengo contrato hasta el año que viene pero no es momento de tomar decisiones. Esta semana me ocuparé de las divisiones inferiores y después veremos qué hacemos".

Mientras que en Tucumán y con un final muy polémico con discusiones entre los jugadores de ambos equipos, Atlético y Newell"s igualaron en dos tantos.

Maximiliano Rodríguez, de penal, y Luis Leal marcaron los tantos de la Lepra; el ex San Martín, Javier Toledo, conquistó ambos goles de local. Las expulsiones de Yonathan Cabral en el anfitrión y Rodrigo Salinas en la visita derivaron en los problemas del cierre de juego, que incluso se trasladaron a los camarines. La intervención policial finalmente puso tranquilidad a una noche de alta tensión en el estadio del Decano.

A su vez, en el Mario Kempes, Talleres y Unión se despidieron con un pobre empate sin tantos, que dejó a los dos navegando en la mitad de la tabla de posiciones.

  • Ya es pincha

Javier Mascherano volvió al fútbol argentino a los 35 años y ya se vistió de pincha. Con una conferencia de prensa y luego ante el público que fue al flamante estadio, el Jefecito recibió el cariño de los hinchas (foto). "No soy de las personas que opina cuando no está dentro. Cuando lo vaya redescubriendo, veré. El fútbol argentino, con nuestras virtudes, es algo que nos representa muchísimo y con el que me siento representado yo también. Para mí, volver a meterme un poquito en el barro es algo que me genera ilusión", sostuvo.

En la previa a su presentación, se reencontró con Alejandro Sabella, quien lo dirigió en el Mundial 2014 cuando Argentina fue subcampeón.