El británico Mark Cavendish ganó por tercer año consecutivo la última etapa del Tour y besó la malla verde que lo identificó como el ganador de la regularidad en la ronda gala. "Es la primera vez que gano esta etapa con la camiseta de líder y sentí una emoción especial", afirmó el hombre nacido en la Isla de Man, considerado el ciclista más rápido del planeta.
Cavendish reconoció que dudó de la victoria en la clasificación de la regularidad por los cambios en el reglamento, que limitaron a uno el número sprints puntuables. "Hemos trabajado durante 21 días y al final hemos conseguido la malla y la hemos defendido después", afirmó.
El ciclista que el año que viene dejará el equipo Columbia para sumarse a las filas del Team Sky, de origen británico consiguió ayer en los Campos Elíseos su vigésima victoria de etapa en el Tour y afirmó que no persigue el récord de triunfos que tiene el belga Eddy Merckx con 34.
"No me interesa el número, me interesa ganar y espero poder volver al Tour muchos años para conseguirlo. Cada temporada la planifico para estar en mi mejor momento durante el Tour’, aseguró quien en la víspera trabajó con su equipo para anular una fuga de seis ciclistas, que en algún momento tuvieron medio minuto de ventaja.
El portugués Sergio Paulinho (Radio Shack), el esloveno Kristian Koren (Liquigas), los franceses Christophe Riblon (AG2R) y Jeremy Roy (Française des Jeux), el danés Lars Bak (HTC) y el británico Ben Swift (Sky) fueron los ciclistas que quisieron tener su pequeño momento de gloria.
A falta de unos seis kilómetros los equipos de los velocistas aceleraron el paso neutralizaron a los fugados y dejaron la mesa servida para sus embaladores. Entre ellos reina Cavendish, el hombre verde, como el Increíble Hulk, del Tour.

