Unión de Santa Fe y Gimnasia y Esgrima La Plata demostraron por qué son dos de los principales animadores del torneo. El Lobo y el Tatengue animaron un duelo cargado de emociones que paralizó a todos los espectadores que colmaron el estadio 15 de Abril.

El choque comenzó de ida y vuelta, pero el que logró abrir el marcador fue el Tripero. Un preciso centro de Brahian Alemán encontró la soledad de Leonardo Morales y el defensor central festejó con comodidad el 1 a 0, a pesar de los esfuerzos de Santiago Mele. Sin dudas, la idea de apostar por el achique de Gustavo Munúa no dio el resultado deseado. Para tener una propuesta tan ambiciosa se requiere de los intérpretes necesarios.

En el complemento los de Néstor Gorosito gestaron un planteo inteligente. Y más allá de algún que otro susto por alguna salida en falso de Rodrigo Rey, el combinado platense cerró el partido con mucha experiencia. El Lobo supo en qué momentos enfriar el pleito y en qué situaciones lastimar a su rival.

Y sobre el final, un grosero error de Lucas Esquivel le permitió a Franco Soldano liquidar el compromiso para celebrar por dentro el definitivo 2 a 0. El pedido de disculpas del delantero se basó en la Ley del ex que tantas alegrías le brindó a Gimnasia. Con los tres puntos garantizados, los de Pipo se afianzaron como únicos escoltas del certamen y quedaron a una unidad del sorpresivo puntero, Atlético Tucumán.