No fue el San Martín de otras presentaciones. Incluso le costó demasiado meterse en el partido producto de un primer tiempo con un nivel muy diferente al acostumbrado. Porque jugó incómodo, sin la pelota y carente de sociedades. Pero cambió y en un segundo tiempo a pura velocidad basado en los ingresos de Lucas Salas y Ezequiel Montagna. Con ellos apareció el Verdinegro que buscó el triunfo, y con las virtudes de un equipo que siempre va contra el arco rival golpeó a los 26’ con el tanto de Montagna para superar a Tigre 1-0, hilvanar su 4 juego sin derrota y demostrar carácter para revertir la desteñida imagen que propuso en el parcial inicial.
Es que San Martín no arrancó bien, más allá que a los 2’ Dening se perdió un gol increíble cuando enfrentó al arquero García. Porque el “Matador” de Victoria fue más con la distribución de Cirigliano y Piriz, más la capacidad de Janson para encarar. El Verdinegro aguantó con Gelabert y Fissore para descargar en Hernández, pero el resto de las jugadas no tuvieron sustento para ser finalizadas, ya que el cambio de ritmo cuando pasó la mitad de la cancha no llegó y el equipo se hizo largo.
Tigre tuvo una oportunidad a los 11’ cuando Luna definió por encima del travesaño, y San Martín recién inquietó a los 36’ con el centro de González, que Godoy erró al querer rechazar, pero Toledo le pateó afuera.
Aunque en el segundo tiempo fue diferente. Lavallén volvió al 4-4-2 y con los ingresos de los “pibes” en el mediocampo jugando por afuera y con mucha velocidad, San Martín se reencontró con parte de su estilo. Salas y Montagna fueron quienes a partir de su frescura e intenciones marcaron el camino correcto ante un Tigre que sintió el desgaste y se quedó sin posesión, y sólo silenció Concepción cuando a los 15’ Janson ejecutó el tiro libre directo que Ardente manoteó y dio en el palo.
Pasado los 20’ San Martín ya era dominador. Toledo se lo perdió en una contra inmejorable. Hasta que a los 26’, Casierra envió el centro pasado para el derechazo de Montagna y el 1-0. Luego pudo ampliar, pero el desgaste estaba hecho y pasó a defenderse con exactitud para festejar otra vez.