San Juan, 25 de Julio.- Fue despedido como un ídolo de verdad. Como se lo merecía. Con aplausos y al grito de "Adiós Payo", "Chau Payo", Antonio Matesevach recibió su último adiós luego de perder la vida hace dos días en Buenos Aires.
Tal cual estaba previsto, una multitud se acercó hasta el velódromo Vicente Chancay. Cientos de ciclistas y fanáticos de todas las edades lloraron y homenajearon al último ídolo de la época dorada del deporte pedal sanjuanino.
Los ciclistas que arribaron al velódromo fueron vestidos con la indumentaria deportiva, tal como el Payo lo hubiera deseado. La carpa donde estaba ubicado el cuerpo del ídolo se convirtió en una pasarela desde esta mañana.
Un fanático suyo se acercó al féretro y le brindó, entre lágrimas, unas emotivas palabras a Matesevach. "Payo porqué te fuiste, nunca va a haber un ciclista como vos. Fuiste lo máximo".
Luego, cerca de las 17, el servicio fúnebre cerró el ataúd y decenas de personalidades se acercaron para trasladarlo hasta la carroza y así realizar un giro al velódromo.
Para el final, entre calurosos aplausos y algunas lágrimas, quedó la lenta salida del velódromo y la partida hacia el cementerio Parque San José de Pocito.
Se fue el Payo Matesevach, el ídolo popular, el gran ciclista y la gran persona por la que seguramente será recordado por todas las generaciones.

