Independiente se transformó el segundo campeón del verano tras superar anoche por 1-0 en Mar del Plata a Boca y quedarse así con la Copa de Oro. El desgaste lo hizo siempre Boca que tuvo innumerables oportunidades pero Hilario Navarro fue la figura y cuando el empate sin goles y el sorteo iba a declarar al campeón, llegó la desafortunada jugada que le dio el título al Rojo, ya que tras el centro pasado Insaurralde falló en el rechazo y Schiavi la terminó mandando adentro para quedarse sin nada ni tiempo para revertirlo.

Tuvo mucho de injusticia ya que el primer tiempo fue todo para los dirigidos por Falcioni, pero siempre le faltó la puntada final y el resto lo hizo Navarro con una gran noche en el arco de Independiente.

Boca empezó más incisivo y con balón dominado llegó en tres ocasiones al arco de Independiente. Era una tromba y a los 8’ Mouche metió el frentazo entrando por el segundo palo tras el centro de Cvitanich para la gran estirada del arquero rojo. Seis minutos después Colazo infló el costado externo de la red. Todo era de Boca ante el asombro y lo poco del Rojo para contener la creación xeneize.

Para el complemento Independiente salió más adelantado, por eso buscó copar el mediocampo, dio batalla y por primera vez en la noche marplatense el duelo fue parejo.

A los 7’ Navarro le sacó el zurdazo a Cvitanich en una pelota que el delantero recibió picando entre los centrales. Y recién sobre los 25’ el peligro volvió a recrudecer sobre el área roja cuando Colazo metió el bombazo, al que Navarro le puso el pecho para frenarlo. Pero el fútbol no sabe de merecimientos y a falta de un minuto cayó el gol en contra y el campeonato para el Rojo.