Independiente soportó ayer un mazazo que lo puso al filo del descenso a la Primera B Nacional y River Plate se subió transitoriamente a la punta del torneo Final, tras ganar 2-1 el clásico que disputaron en Núñez.

El equipo de Avellaneda puede perder la categoría hoy si Argentinos le gana a San Lorenzo.

Con la victoria, River sumó 32 puntos y alcanzó a Newell’s, que recibirá hoy al descendido Unión de Santa Fe.
Para seguir con vida en primera, el equipo de Brindisi necesita ganar los dos partidos que le restan en la temporada (San Lorenzo y Colón) y esperar que Argentinos y San Martín no sumen más de un punto.

Desde la fecha pasada, cuando una combinación adversa de resultados lo dejó en estado crítico, todo parece complotar contra Independiente, que mostró buenas intenciones en el Monumental pero fue, una vez más, víctima de la cruda realidad.
La visita asumió con valentía el protagonismo durante el inicio, estableció buenos circuitos en la mitad de la cancha pero falló en la zona de definición, donde dispuso solo un delantero: Adrián Fernández.

Para colmo, el primer error defensivo lo pagó con un gol en contra, en una jugada que tuvo una carambola en el área y que mandó al fondo Iturbe.

Previo a la apertura del marcador, Fredes perdió una ocasión clarísima, con un cabezazo a las manos de Barovero. River, de funcionamiento imperfecto, se vio favorecido por el nerviosismo del rival. El ánimo del Rojo se apagó con el transcurso del partido y fue casi una historia irreversible.

Con clima festivo en las tribunas locales, el clásico se consumió con un River especulativo y la impotencia de un rival psicológicamente abrumado.

Ante ese escenario, no extrañó que llegara el segundo tanto local, tras una contra nacida en Rojas y el posterior desborde de Iturbe que definió Lanzini.

Los hinchas visitantes, despojados de toda esperanza, intentaron detener el partido al arrojar asientos al vacío y a romper el alambrado. Luego de dio el agónico descuento de Montenegro. El tiempo adicionado mostró al Rojo con dignidad pero el milagro no se le dio.