En un popular programa de la televisión italiana, mientras conversaba de fútbol, política y homosexualidad, Tommasi opinó que asumirlo públicamente es algo que puede provocar vergüenza e incomodidad a los compañeros de equipo. "El hecho de ser identificado o señalado como que lo es, de manera independiente de la profesión, ya sea periodista, futbolista o político, no creo que sea una decisión aconsejable de tomar", afirmó. "La homosexualidad es todavía un tabú en el fútbol, dado que hay otro tipo de convivencia con respecto a otras profesiones. Expresar la sexualidad personal es algo difícil en todos los entornos profesionales y más aún para un futbolista, que comparte vestuario con sus compañeros de equipo y, por lo tanto, también su intimidad", añadió. El ex mediocampista, de apariencia rústica y varonil en su época de jugador, aseguró que personalmente nunca conoció a un futbolista gay, pero quizás lo haya hecho "sin conocer sus tendencias homosexuales". Tras estas polémicas declaraciones, Tommasi podría correr un riesgo parecido al del presidente de la FIFA, el suizo Joseph Blatter, que causó una polémica por sus dichos en una reciente entrevista con la CNN, en la que dijo que los jugadores víctimas de actitudes racistas deben dar la mano a quienes los ofenden. Cuestión que después aclaró y matizó.