En el Estadio del Bicentenario, en Pocito, y por la Copa Argentina jugaron anoche Godoy Cruz de Mendoza y Chacarita, pero lo más llamativo resultó la penosa actitud de la hinchada del Tomba, que todo el tiempo estuvo gritando y cargando con cánticos por demás ofensivos a San Martín de San Juan, algo indicativo que la rivalidad entre ambos es de nunca acabar. Y que el árbitro Stevenot no debería haber dejado pasar por alto y hasta detener el partido, porque fue una completa incitación a la violencia.
Amén de ese lamentable detalle, del partido, casi nada. Tanto que terminaron 0-0 prácticamente en un bostezo general y que tuvieron que definir por penales. Y en esa serie, el que se quedó con toda la alegría fue Godoy Cruz, que ganó por 7-6 (Torrico atajó el único penal a Consistre) para avanzar a una nueva ronda del certamen federal, ese que tiene una rara programación, tanto, que jugaron en San Juan un equipo mendocino con otro capitalino.
Igual, los hinchas acompañaron a sus equipos. Mucha más gente del lado del Tomba (más de 800 personas), menos del Funebrero (no superaron los 60 simpatizantes). Y sin inconvenientes, por el operativo de seguridad.
Además, fue la primera vez que Martín Palermo estuvo en San Juan como DT. El exgoleador de Boca, que está al frente de Godoy Cruz, fue el eje que muchos eligieron para ver, porque en la cancha salió un partido demasiado aburrido. Tanto, que en el primer tiempo ninguno de los dos llegó una sola vez al arco contrario. En el complemento, si bien mostraron más movilidad apenas preocuparon a los arqueros con un par de llegadas, pero no pasó de ser simples sustos. Hasta que llegaron los penales y ahí festejó el mendocino.

