Fue, salvando las distancias, lo que le pasó a “Maravilla” Martínez por el título del mundo de boxeo ante Chávez Junior. Porque Estudiantil ganaba con claridad y ampliamente por puntos (en este caso por goles) y en el “round” final, Andes Talleres lo apuró, le metió dos pepas y casi logra la hazaña de empatarle. Pero sonó la “campana” a tiempo y El Verde hizo suyo el primer partido por la final de la Liga Nacional A-1 de hockey sobre patines. Lo cierto es que ganó y punto. En realidad no le importaron los medios, sino las consecuencias. Es que para cualquier finalista es trascendental quedarse con el primer chico de la serie y eso es lo que logró anoche el equipo del Colo Farrán. Venció 3-2 al Azulgrana mendocino haciendo valer su condición de local. Sacó una ventaja tranquilizadora y ahora irá a la revancha con la confianza necesaria. Anoche se “empiojó” en los minutos finales y terminó algo asustado, pensando en que se diera un imponderable que destiñera una victoria genuina. Ahora tendrá tiempo para descansar y esperar con los ojos bien abiertos (y las piernas recuperadas) el segundo choque en Mendoza (el domingo, a las 20, en Godoy Cruz).
El primer tiempo fue bien parejo. Con poco juego y mucha marca. Y en esa realidad, el que sacudió la modorra, ya cerca del final, fue Franco Platero, que se despachó con un slalom por derecha que terminó en un golazo para abrir el tablero en favor del local.
En el complemento ambos fueron más atrevidos. Estudiantil, porque empezó a hacer valer su juego veloz y se puso 3-0 (goles de Gattoni y otra vez Platero). Y Andes Talleres porque no se dio por vencido y con tozudez descontó doble (ambos de Muzzio) metiéndole emoción al cierre. Gran trabajo de los arqueros Kenan y Maldonado. Y promesa de dura lucha en lo que sigue.

