El accidente que se produjo anteayer en la última vuelta de la Clase 2 del Zonal Cuyano en la recta de ‘El Zonda-Eduardo Copello’ despertó otra vez una ola de opiniones respecto a las condiciones que brinda el autódromo en cuanto a la seguridad de los pilotos.
El hecho que sacudió el espectáculo deportivo sucedió luego que Ricardo Molé buscara proteger el tercer puesto que tenía en la carrera con Pablo Mauri, que puso el auto a la par y producto del toque, el Escort del mendocino se despistó en la recta, golpeando contra unos muñecos de goma y producto del ‘rebote’ volvió a pista para ser embestido por otro piloto, Abdo Girala.
Una consecuencia casi inmediata ocurrió en el mismo escenario, cuando los pilotos que integran la categoría con los autos de mayor porte, el TC Cuyano, decidieron que luego de esa fecha no volverían a correr en el ‘Ocho sanjuanino’ hasta que no se tomen nuevas medidas de seguridad.
Una frase que se escuchó varias veces, a modo de promoción es: “El Zonda no es para cualquiera”, haciendo referencia a las pocas vías de escape que existen en el circuito. Cinco sanjuaninos involucrados con el automovilismo deportivo dan sus opiniones sobre el accidente, las condiciones del autódromo y sugerencias de mejoras. En cada interpretación se ve que no hay una opinión unánime, por lo que el debate de ideas está abierto.
Ricardo Meritello, presidente de la Asociación Sanjuanina de Volantes (ASV), el club organizador de las carreras del domingo,
profundizó sobre las declaraciones que publicó ayer DIARIO DE CUYO, cuando afirmó que los requisitos de seguridad funcionaron correctamente en el momento del incidente: “El autódromo en general sigue en condiciones aptas para la competencia y el lugar específico respondió perfectamente. El auto pegó de costado y trabajó el guardrail primero y los muñecos de goma después. Las cubiertas que se desprenden se debe a que los precintos son plásticos, porque no están permitidos los metálicos, y ninguna cayó sobre la pista, sino sobre un sector que está vedado al público. Lamentablemente una rozó aun colaborador nuestro que ante el impacto reaccionó buscando alejarse, en vez de refugiarse en el túnel”.
Meritello, que también repasó que la cobertura médica funcionó debidamente, apuntó a la reflexión de los pilotos para tratar de evitar este tipo de incidentes: “Yo no le quiero echar la culpa al piloto, pero debe haber códigos que se respeten. En las curvas lentas que haya toque, pero en una recta no puede ser, porque uno sale disparado para cualquier lugar. Aquí pasó esto, en otro lugar puede haber vuelcos, que es peor. Y las fiscalizadoras deberían ser más vehementes en las medidas”.
El piloto de Clase 2 y con antecedentes en categorías nacionales Fabrizio Benedetti repasó que ‘El Zonda’ fue concebido en otra época, cuando la seguridad del piloto no era tan primordial. “En este accidente considero que las gomas no cumplieron con todas las normas de seguridad, porque el auto rebotó y volvió a la pista. Hay que agradecer a Dios que lo embistieron en el sentido que estaba girando porque si hubiera sido al revés, otras hubieran sido las consecuencias. En ese contexto falleció Fallaschi”, evocó Benedetti, quien señaló dos variantes de seguridad en ese sector. “Se puede cambiar un pared‘n por el guardrail, como sucedió luego de accidente de Henry y Flaqué o estirar la salida con un terraplén”.
Fabián Flaqué, que visita los circuitos de tras provincias a través del TR Series, dijo que siempre El Zonda significó una cuota mayor de riesgo, “como si se corriera en un Callejero. Pero no es un autódromo obsoleto. Hay otros circuitos que son más precarios todavía”.
Finalmente, Fernando Persia, de amplia trayectoria en el Zonal Cuyano, afirmó que ese mismo riesgo que tiene El Zonda es el que despierta tanta adrenalina. “Siento que El Zonda nunca debe ser reemplazado. Sí, trabajar en conjunto para ir evolucionando”, sentenció el piloto, que dio su receta personal para que el circuito mantenga vigencia. “Creo que hay que hacer más vías de escape, por un lado, y diseñar un par de variantes nuevas. Por ejemplo a la salida de la ‘Curva de los Tontos’ habría que estudiar una curva y contracurva para que no lleguen con tanta velocidad al sector donde se produjo este choque. Además, la primera curva en la viborita es un riesgo innecesario, sino que debe hacerse una recta, porque así lo toman los pilotos. Y reitero, buscar más salidas de escape afianza la confianza”.
