Vélez Sarsfield arrancó con buen pie su participación en la Copa Libertadores de América y le ganó 3 a 0 a Caracas de Venezuela, partido que se jugó ayer en el estadio José Amalfitani de Liniers y que corresponde al grupo 4 de la segunda fase del torneo.

Maximiliano Moralez, a los 44 minutos de la primera etapa, y David Ramírez, a los 15 de la segunda, abrieron con dos golazos la victoria que cerró Juan Manuel Martínez, de tiro penal, a los 38 minutos de la etapa final.

El subcampeón argentino ganó con comodidad el partido pero estuvo lejos de cumplir una actuación lucida. El entrenador Ricardo Gareca alineó a una formación con mayoría de jugadores con riqueza técnica y, paradójicamente, tuvo dificultades para generar juego.

Empezó el juego con un dispositivo táctico con tres defensores, cuatro volantes y casi tres delanteros, porque Moralez jugó muy adelantado por izquierda, pero ese esquema agresivo no se tradujo en potencia ofensiva.

El Caracas apostó al 4-4-2, que se transformó en un 4-4-1 debido a la mala expulsión de Angelo Peña, a quien el árbitro chileno Osses le mostró la tarjeta roja a instancias del juez de línea, por un agresión que no existió a Moralez.

Vélez tuvo el protagonismo, monopolizó el dominio del campo y de la pelota, pero inquietó poco al arquero David González. Tuvo tres chances claras y en el cuarta anotó. Papa tocó corto a Moralez y éste metió un derechazo formidable desde fuera del área y la pelota ingresó en el ángulo.

El comienzo del segundo tiempo no fue distinto pese a la ventaja del local. Los venezolanos mantuvieron su esquema cauteloso, en tanto Vélez continuó con su imprecisión en las entregas. Pero el peso de sus individualidades marcó la diferencia y otro golazo, un zurdazo de Ramírez puso el 2-0.

De allí hasta el final la única duda fue saber la diferencia final, que fue de 3-0 por el penal que convirtió Martínez porque Vélez dejó transcurrir sin apuro los minutos.