Muchas variables influyen sobre una competencia tan puntual y esperada como un Campeonato Mundial de Fútbol.

Estamos en la recta final y a la espera del partido más esperado: la gran final entre Croacia y Francia. Inédita y poco pensada por cualquier futbolero.

No imagino a ninguno de ustedes, cuando se conocieron los posibles cruces, armando la llave de partidos que finalmente se terminó dando.

Pero la Copa es también eso, un evento poco previsible.

Desde lo dispar de su formato hasta lo vertiginoso de la contienda que, tras cuatro años de espera y preparación -en la mayoría de los casos-, se define en poco más de un mes y en solo siete partidos.

Eso lo hace también atractivo y pasional. El Mundial no lo gana siempre el mejor equipo de los años linderos, sino el que mejor se acomodó en esos siete juegos.

Ya desde el sorteo no es lo mismo un grupo que otro y eso marcará luego los hipotéticos cruces.

Quien escribe, no participa de la idea que para ganar la Copa FIFA hay que ganarle a cualquiera. No es así. Solo en ese trance de 30 días donde la fortuna de una eliminación tempranera, la salida de un gran candidato en primera ronda o simplemente un error rival o una expulsión cambian el desarrollo y no hay mañana.

Croacia, sin quitarle méritos, eliminó en segunda ronda a Dinamarca, Rusia e Inglaterra (no llegaba a semifinales de Italia 1990). Todos los partidos en tiempo extra y los dos primeros por penales. No encontró en su camino a ninguno de los grandes candidatos que muchos aguardábamos.

Para que el campeón sea el mejor debería ajustarse el formato, algo imposible por calendario y atracción/marketing.

Un aburrido torneo de 20 equipos, todos contra todos, sería una plataforma más lógica y pareja para determinar al mejor seleccionado del Mundial.

Lisa y llanamente...imposible.

Párrafo aparte, Rusia preparó uno de los mejores campeonatos de la historia. Seguro, con estadios de otro planeta, campos de juego sin fisuras y una muy buena presencia de espectadores. Once ciudades que deslumbraron al mundo por su infraestructura y nivel de organización. El mejor Mundial del nuevo siglo.

Así que, queridos amigos, a prepararse y disfrutar.

Final del Mundial y título para un nuevo campeón (Croacia) o uno que repite tras 20 años (Francia).

La Copa tendrá dueño pero el mejor equipo no estará en el Estadio Luzhniki de Moscú.