En la frontera horaria entre la finalización de mañana y el comienzo del viernes, el suspenso habrá concluido. En el estadio Aldo Cantoni habrá un equipo que festeje quedarse otra vez con el título de la temporada 2014/’15 de la Liga A1 de vóleibol y otro que buscará resignación, sabiendo que solamente estuvo a un partido de toda la gloria.

UPCN San Juan Voley quiere festejar otra vez con su gente lo que sería una nueva epopeya en el vóleibol argentino, ya que se consagraría nada menos que pentacampeón. Y Personal Bolívar pretende alcanzar su séptima copa, la que lo afirmaría más como el máximo ganador nacional.

Para llegar a semejante definición en la que todo se juega en un partido, los dos equipos pasaron por todas las circunstancias en los cuatro partidos que ya protagonizaron en esta Serie Final, con dos triunfos por bando.

Hasta ahora ninguno ganó en condición de visitante y el partido de mañana en el Estadio Aldo Cantoni inclina la balanza para el lado de UPCN. Allí ganó incluso el nervioso primer partido, que tuvo tantos errores no forzados. El arma principal de Bolívar, la presión en el saque, no tuvo el rendimiento que luego evidenció el equipo cuando jugó en su casa. Y UPCN sí tuvo el instinto necesario para cerrar sets que se presentaban muy parejos, en la primera oportunidad que se le presentaba.

Fue el cambio de localía también un espaldarazo para Bolívar, que igualó una serie que perdía 2-0. El sabor de imponerse luego de estar al borde del nocaut lo sintió no solo en la serie, sino en el último partido. La mejor remontada de toda la final hasta ahora la hizo en el segundo set del último juego cuando caía 13-18. Así es que todo lo que pasó marca que mañana habrá un terremoto, de emociones.