Lionel Messi se despidió este domingo del Barcelona mediante una conferencia de prensa en el Camp Nou. En primera fila estuvieron presentes su esposa Antonela Roccuzzo y sus tres hijos: Thiago, Ciro y Mateo.

Ni bien pisó el auditorio del club catalán, el rosarino se quebró y comenzó a llorar. En ese momento, Antonela se puso de pie y le alcanzó un pañuelo para que pudiera secarse las lágrimas.

Durante su discurso, Messi confesó que tanto él como su familia esperaban continuar en Barcelona.

"Mi familia y yo estábamos convencidos que íbamos a seguir acá, en nuestra casa, que era lo que más queríamos", sostuvo.

"Empezar de cero, cambiar... es un cambio duro para mi familia. Me voy con mi mujer, con tres catalanes argentinos, no puedo estar más orgulloso", agregó.

Pese a que explicó que su etapa como jugador del Barcelona ya estaba finalizada, Lionel remarcó que volverán en un futuro a la ciudad de Barcelona.

"Después de unos años vamos a volver, porque esta es nuestra casa y porque así se lo prometí a mis hijos", concluyó.