Banco de prueba. En un tráiler que cuenta con mucha seguridad, se realizan diariamente las pruebas de anti dopaje. La UCI no quiere más sorpresas. En San Juan el hermetismo que suele haber en otras pruebas cuando se habla de doping queda de lado.

El doping en el ciclismo siempre es un tema que da que hablar. O mejor dicho, del que nadie quiere hablar. Después del resonante caso del británico Chris Froome quien dio positivo en la Vuelta a España 2017, todos los ojos están puestos en el deporte que apasiona a los sanjuaninos. Por eso para esta Vuelta Internacional a San Juan la Unión Ciclista Internacional (UCI) realiza controles exhaustivos diariamente para que no haya conductas inapropiadas.

La UCI pretende que en todas las pruebas 2.1 no haya casos de doping positivo, es por eso que realiza un control exhaustivo.

Son cerca de una quincena los ciclistas citados por día para la prueba, que puede ser de orina o sangre . Todo depende del oficial de doping que mandó la UCI para esta competencia, que en esta ocasión es un español. Además, la organización cuenta con un oficial de ONAD (Organización Nacional de Anti Dopaje) y también "chaperones", que son las personas que ofician de acompañantes de los deportistas hasta el lugar de la prueba.

En esta Vuelta son 14 pruebas las que se toman por día. Casi todas se realizan en la llegada de cada etapa, donde además del ganador del parcial, el resto acude por salir sorteado. Es el oficial quien decide y generalmente la decena de sorteados sale por gama de números de dorsal, por ejemplo, el domingo le tocó la prueba a todo el SEP-San Juan y el lunes a toda la selección de Brasil. Cabe destacar que las pruebas pueden hacerse también fuera de competencia, es decir que el oficial de doping puede llegar al hotel y exigir el control. En el caso que el ciclista se niegue o que no se encuentre, el doping se toma como positivo aun sin haberse realizado.

¿Cómo es el proceso de prueba? Franco Chancay, encargado de Salud de la Vuelta, contó que una vez que los chaperones le comunican al ciclista de la prueba, el deportista no puede orinar ni comer. Sólo puede ingerir líquidos encerrados al vacío en la carpa de antidopaje y a la vista de los chaperones. En las pruebas de orina el ciclista elige un kit y en el baño toma la muestra, llena las planillas y se retira; en el caso de tomas de sangre funciona de igual manera.

Luego todas esas muestras quedan en conservadoras bajo custodia del oficial, hasta que se envían al laboratorio de la UCI en Madrid, España. Los resultados estarán listos dentro de los próximos tres meses.