Hacer un gol antes de los cinco minutos de juego ayuda a cualquiera. Y la Selección argentina lo hizo. Por eso después, en lo que quedó del partido -que fue mucho-, se regocijó a sí mismo y a los espectadores con un juego veloz, vivaz y efectivo, y terminó goleando a Suiza (7-1) en el debut del Mundial de hockey sobre patines que largó ayer en tierras francesas.

Antes del comienzo se podía notar en la cara de los jugadores argentinos los nervios.

Las ansias. Aquellas circunstancias que acompañan todo debut. Estaba claro que Suiza no representaba una fuerza como para temer, pero todos sabían que debían respetarla.

No extrañó entonces que cuando empezó a rodar la bocha, la Argentina adoptó un planteo cauteloso. No defensivo, pero sí programado para asfixiar al rival, quitarle la bocha lo antes posible y, desde eso, recién atacarlo con un arsenal de toques veloces para romper en cerrojo suizo.

La tarea se simplificó apenas pasados los 3’. Es que Platero sacó un latigazo goleador que significó el primer gol argentino en este Mundial. Los suizos se sorprendieron. Los argentinos se tranquilizaron.

Entonces todo empezó a hacerse más fácil para los dirigidos por Giuliani. Porque tomaron definitivamente el control del juego y atacaron con distintas variantes.

Aparecieron las individualidades. Como la de Nicolía, que pasó por detrás del arco y, haciendo la “Gran Panchito”, sumó el segundo. Y la de Carlos López que con otro tiro fuerte anotó el tercero. Así se fueron al descanso. Con un marcador tranquilizante y con la seguridad de estar jugando cada vez más liberados de cualquier presión.

El complemento fue más de lo mismo. Inclusive se fueron afirmando las diferencias. El técnico empezó a mover el equipo. Tanto que entraron todos (menos el Pocho Svriz, que es el arquero de relevo).

Nalo García sumó el cuarto y Josi García, que entró en los últimos cinco minutos, se hizo un festín por su conocida contundencia marcando tres goles más (el último, de libre, con una exquisitez).

El debut argentino dejó detalles interesantes. El equipo tuvo la capacidad y frialdad para enfrentar el difícil momento del debut. Goleó por consecuencia de su poderío grupal.