El alemán Nico Rosberg (Mercedes) se convirtió en el primer líder del Mundial de Fórmula Uno, al ganar ayer el espectacular Gran Premio de Australia, marcado por el aparatoso accidente del español Fernando Alonso (McLaren), por fortuna, sin mayores consecuencias.
Rosberg logró su decimoquinto triunfo en la categoría reina del automovilismo en el circuito de Albert Park de Melbourne, donde ganó por delante de su compañero y gran rival inglés Lewis Hamilton, triple campeón del mundo, que había salido desde la ’pole’.
Ambos firmando un nuevo ’doblete’ para Mercedes, la gran dominadora de los últimos dos años, que puede resultar engañoso, si sólo se mira la clasificación de la primera de las 21 carreras del Mundial más largo de la historia. El alemán Sebastian Vettel fue tercero en Melbourne y demostró que Ferrari puede ser firme oposición a las ’flechas de plata’.
El accidente de Alonso, en el giro 17 de los 58 estipulados, fue el momento que congeló a todos. El español intentaba rebasar a Esteban Gutiérrez, y su vehículo golpeó con el neumático delantero derecho la rueda trasera izquierda del monoplaza del mexicano. El McLaren del doble campeón mundial golpeó la barrera izquierda de la pista, salió disparado por los aires, dio dos vueltas de campana y acabó estrellándose de nuevo contra una protección de neumáticos.
A pesar de que su McLaren quedó totalmente destrozado, Alonso salió por su propio pie del monoplaza, al igual que Esteban, cuyo Haas sufrió menores daños, y que lo primero que hizo fue preguntar por radio, asustado, si Fernando se encontraba bien.
Accidente tremendo de Fernando Alonso. pic.twitter.com/AfhqIJkCXS
— Pontones (@PontonesMS) 20 de marzo de 2016

