El año pasado terminaron disputando la general. A la carrera la ganó Laureano Rosas con el gran apoyo de su equipo. El segundo lugar fue para Ricardo Escuela, que estaba muy afilado y a quien le quedó la duda de qué hubiera pasado si en la penúltima etapa su equipo no hubiera neutralizado una fuga que lo hubiera dejado a 6 segundos y no a 16, como ocurrió porque su adversario directo ganó ese parcial y casi sentenció la Vuelta.
Los dos partieron en esta carrera con la chapa de líderes de sus conjuntos y candidatos para pelear la general. Uno, Rosas, quiere ratificar la victoria demostrando que aparte de hacer bien la crono, puede subir con aspiraciones de victoria el Alto del Colorado. El otro, Escuela, que embalando es uno de los mejores, intenta llegar con un colchón de segundos interesante a la crono porque sabe que pasa bien la media montaña y tiene a la Vuelta entre ceja y ceja.
Ambos están peleando esta Vuelta desde el inicio, tanto que ayer sus conjuntos se pusieron a tirar coordinadamente para esfumar los 4 minutos y fracción que les había sacado el rionegrino Juan Melivillo (Municipalidad de Zonda) porque sabían que sus capitanes valoran cada segundo en oro, mirando el tablero final de la carrera.
Siempre se ha dicho que la Vuelta es la Vuelta, y como ocurre en todas las carreras de muchas etapas del mundo, los tramos iniciales o llanos suelen ser tranquilos, sin mayores alternativas. El capítulo de ayer, en Pocito, no fue muy diferente de el del sábado, recorriendo el Gran San Juan. Un hombre que se escapó, el patagónico Melivillo, que ganó todas las metas intermedias (dos sprinter y dos volantes bonificadas) y un pelotón que salió de su letargo cuando restaban 25 kilómetros para el final.
Por entonces, el ciclista que es refuerzo del conjunto zondino llegó a tener 4m25s. de ventaja sobre el grupo grande. A ‘media agua‘, como se dice en el ciclismo, viajaban el riojano Daniel Lucero (Rawson Somos Todos) y el joven sanjuanino Mauricio Graziani (Depetris-Chile), quienes se repartieron puntos y segundos de las metas.
A la hora de la verdad, el SEP y los pocitanos pusieron al pelotón a 60-65 kilómetros por hora y en un lapso relativamente corto conectaron a Melivillo y llegaron al final que pretendían. Laureano Rosas le ganó el embalaje a Ricardo Escuela, por una diferencia mínima. Tanta, como la que el barrealino le lleva a él en la general. Solamente 1 segundo. Por lo que la película del año pasado continúa y tiene final incierto.