Cuando se designó a Modesto "Tito" Vázquez como capitán del equipo de Copa Davis, en marzo del año pasado, dejando de lado a figuras de la talla de Martín Jaite o Guillermo Vilas, muchas voces se alzaron. Varios ex jugadores se quejaron aduciendo que elegían a un hombre desactualizado. Justamente Jaite, teóricamente el más perjudicado, fue quien aceptó la decisión de la Asociación Argentina de Tenis: "Tito fue capitán mío hace 22 años (entre 1986 y 88), me parece un gran profesional. No están eligiendo a cualquiera. Me cuesta dar una opinión objetiva de su elección porque fui parte involucrada durante bastante tiempo y me da un poquito de tristeza no ser yo el capitán", aseguró Jaite.

Hoy, después de que Argentina clasificase a las semifinales de la Copa Davis superando dos rondas como visitante, ante Suecia y Rusia, en las que iba como punto y pasó a ser banca, otro es el panorama. Sin desconocer el innegable aporte de David Nalbandian, alma del equipo nacional, nadie se acuerda de la polémica desatada porque, hasta Guillermo Vilas, se probó el traje, metido en la ola que generó Diego Maradona asumiendo como entrenador del seleccionado de fútbol.

Este Vázquez, nacido hace 61 años en Galicia, España, pero criado en Buenos Aires, es el mismo al que no le tembló el pulso para sacar a Nalbandian del dobles en Suecia resguardándolo para definir la serie con su partido de singles. El sábado pasado, reiteró la movida y le dio confianza a la pareja integrada por el santafesino Schwank y el marplatense Zeballos y le respondieron con la victoria. Además Modesto Vázquez ganó por partida doble, porque guardó a Nalbandian (que viene de lesiones y no está para tres jornadas seguidas de competencia) para el domingo cuando era cantado que iba a tener que definir el match ante el número dos de Rusia pero el mejor del momento en su país, Mikhail Youzhny.

Tito Vázquez, sin ocultar su felicidad por el triunfo logrado en Moscú y dejando traslucir su serenidad habitual, comentó que había que pensar en Francia, el próximo rival de semifinales, en París y otra vez de visitantes.

Parece mentira este momento argentino en la Davis: de tener todas las chances de quedar eliminados en primera ronda ante Suecia (sin Del Potro y con Nalbandian viajando de apuro para la última jornada y sin estar al cien por ciento) a estar clasificados para las semifinales. El Gran David fue artífice, pero el entrenador Modesto Vázquez también merece su reconocimiento.

Antes no lo conocía nadie, ahora le dicen "El mariscal Tito". Él haciendo gala a su nombre, sigue con modestia trabajando en silencio con tal de que Argentina pueda ganar la famosa Ensaladera de Plata. Como están las cosas, si la suerte se pone de su lado, se recuperan Juan Martín Del Potro y Juan Mónaco, deseo que hizo público Nalbandian, todo puede ser.