"Ser o no ser", escribió William Shakespeare en su obra Hamlet. Y esa es la cuestión. Para todo. Para la vida misma. Una cita que se aplica en cualquier tema. Tan corta pero tan cierta que no admite mayores explicaciones. Y en eso está San Martín. En saber si es "ser" para seguir en la Primera División del fútbol argentino. O en el tener que refugiarse en el "no ser" si le va mal y termina jugando la Promoción. Que no es la muerte pero que admite una vida menos. Lo cierto y concreto es que el Verdinegro depende de sí mismo. Si hoy (empieza a las 15.00) embolsa los tres puntos en su partido ante San Lorenzo (juegan en el Nuevo Gasómetro, en Buenos Aires) ya no dependerá de nadie. Se habrá asegurado, sin otra vuelta, un lugar en la próxima temporada del fútbol mayor de la Argentina. Claro, la empresa no es fácil. Más bien se ve difícil por donde se la mire. Porque enfrente estará un Ciclón desesperado. Angustiado. Con la soga al cuello. Porque una derrota ante el equipo sanjuanino le valdrá tener que bajar a la Primera B Nacional.

El partido tiene tantos condimentos como la fecha misma. La última de este dramático Clausura de AFA. Porque la emoción no sólo estará en el Bajo Flores. También ganará lugar en otros estadios. A la misma hora. Y para definir los lugares en los que ninguno quiere estar. Amén de aquellos que jugarán por la gloria de conseguir el título.

Al equipo de Concepción se le simplificaron las cosas luego de la trascendental victoria sobre Newell’s, la fecha pasada. En la misma que San Lorenzo no pudo con Independiente y quedó sin chances de poder alcanzar a San Martín en los promedios. Pero todo está tan "pegado" que los dirigidos por el Colorado Sava siguen firmes en su cartel que siempre levantaron: Conservar la categoría.

De los tres resultados posibles, ya quedó en claro que el triunfo le da al Verdinegro la permanencia. Si empata, tiene que esperar que Rafaela ni Banfield ganen, porque así seguiría en Primera. Y, si pierde, deberá rogar que Rafaela pierda en Mendoza y Banfield no le gane a Colón. Otras variantes lo podrían condenar a disputar una de las Promociones. Todo eso en el peor de los escenarios.

Futbolísticamente San Martín está bien. Lo demostró ante los rosarinos. El regreso del Petiso Poggi le dio fútbol. Más todavía si cuenta con un Carrusca inspirado. En el arco, el Colorado Corti está a la altura de las circunstancias. Y en la defensa, que es firme, Landa volverá a ser titular por Mattía. Arriba, con Penco en el banco, el tándem Caprari-García tiene movilidad y oportunismo. Esto puede ser insostenible para San Lorenzo.

Justamente el Ciclón es el que llevará el peso del partido. Sabe que no le queda otra cosa que ganar. Apostará a todo. Será cuestión de esperar el momento del partido. "Ser o no ser". No cabe otra. Y San Martín sueña con la primera de las palabras de esta cita…