El gol que ayer marcó el francés Karim Benzema, pero no fue convalidado por el árbitro holandés Bjorn Kuipers, por haber pitado el final del encuentro segundos antes de que la pelota entrara al arco suizo, tiene un antecedente ocurrido en el Mundial de Argentina 1978. El 3 de julio de 1978, en Mar del Plata, por la apertura del Grupo 3, Brasil y Suecia igualaban en un tanto. Con el tiempo cumplido, el árbitro galés Clive Thomas señaló un tiro de esquina para la escuadra sudamericana, que lanzó José Dirceu. La pelota cayó en la cabeza del talentoso volante Arthur Antunes Coimbra, conocido como "Zico", quien la mandó a la red sueca. Todos los brasileños corrieron a abrazar a Zico, pero enseguida advirtieron que el referí no marcaba el centro del campo, ni había convalidado el gol. Cuando le preguntaron a Thomas qué había sancionado, el galés contestó que había pitado el final del juego con la pelota en el aire.
El gol de Benzema que no fue

