Diego García jugó un buen partido. Como con Vélez mostró habilidad y ligereza, pero le faltó algo importante para completar una tarea perfecta: El gol. Y eso no es poco en esta anemia que atraviesa San Martín. Es más, está claro que a Caprari la pólvora se le ha mojado, porque el Gato tuvo situaciones favorables para convertir pero en el momento cumbre falló. Y él anímicamente lo está sintiendo, más aún porque en las primeras fechas estaba dulce en ese aspecto.

El verdinegro está sufriendo demasiado de ausencias importantes. Es que en este tramo que esté Sebastián Penco en el equipo se hace casi indispensable. El Motoneta es preocupación permanente y su dominio en las alturas es vital.

Que tampoco esté Federico Poggi también incide. El Petiso representa mucho en cualquier esquema ofensivo. Y lo que por ahí no se entiende es que Maxi Núñez esté ocupando siempre el banco de relevos. El ex Estudiantes es un jugador que se lo debe aprovechar por sus fortalezas para atacar por afuera.

Ahora a San Martín se le vendrá momentos difíciles y determinantes. Debe de inmediato salir de la mala porque sino los números lo condenarán antes que llegue el final mismo.

La cuota de gol se hace indispensable. Poggi está cerca para su retorno. Si la contractura a Penco no se le agudiza, también. Si a esto se le agrega que García ha cumplido y que Núñez puede aportar con lo suyo, el Verdinegro ya no tendrá excusas a la hora de convertir.

La zona defensiva y la media deberán sufrir bajas (por las expulsiones), pero en esos lugares San Martín tiene recambio. En la delantera ya como que casi no quedan nombres como para seguir mutando.