Pumba. Carneiro, de Obras, remata en el primer tiempo ante el doble bloqueo rival compuesto por Raydel Hierrezuelo y Agustin Loser. El equipo de Juan Serramalera sacó pecho en un partidazo en el Cantoni e igualó la final.

Se tambaleó, pero no se cayó. Tuvo la fortaleza que tienen los equipos que apuntan a ser campeones y que ante un momento de adversidad logran salir adelante. Luego del fuerte impacto que representó quedar abajo de local 2-1 en la final de la Liga Argentina de vóleibol, Obras se recuperó anoche a puro corazón. Pero también con buenas dosis de juego para empardar la llave por el título merced al 3-2 infartante en el Aldo Cantoni. Los parciales para el equipo sanjuanino fueron de 21-25, 25-23, 26-24, 18-25 y 15-12 ante una auténtica multitud en el cubierto del Parque de Mayo. Ahora, la historia tendrá su capítulo decisivo el próximo jueves desde las 21 horas en la ciudad natal de Marcelo Tinelli. Será el eslabón final de una película que Obras buscará cerrar con su primer título bajo esta modalidad de la Liga. ¿Podrá?

El final del tercer chico del jueves fue parecido a todo el primer set (25-21 para la visita) y buena parte del segundo de anoche. Las Águilas dominaron el trámite del juego y lo tradujeron de a poco en el marcador. Hasta que en el 20-17 para el Celeste, el opuesto local, Jesús Herrera, entró una vez más en acción con su saque temible. ¿El resultado? Inició una secuencia clave para dar vuelta el score e igualar todo con el 25-23. De palo y palo resultó el tercero, el mejor de la noche por nivel y emotividad. Se quedó del lado sanjuanino con el 26-24. Los dirigidos por Javier Weber remontaron ese mal trance y sacaron a flote el pasaje con una mejora notable en su rendimiento. Eso, sumado a los errores de Obras, generaron que el parcial rápidamente se liquidara con el 25-18. Con el 2-2 parecía que la visita estaba más cerca de un nuevo título, aunque el equipo de Juan Serramalera le sacó brillo a su alma. Aguantó los momentos más difíciles en el parcial y en la recta decisiva (luego del décimo punto) demostró un mayor temple. Así, el error en el saque visitante desembocó en el 15-12 para que el Cantoni explote de felicidad. Para que las "glorias" de Obras en la tribuna lo celebren como en sus mejores épocas. El jueves se viene lo mejor. Habrá que esperar para ver el final de la película 2018-19.

Es la primera final de Obras bajo el nuevo formato de la Liga Argentina de Vóleibol desde la 1996-97.

D esahogo. Rodrigo Quiroga, el capitán de Obras, explota de felicidad con el triunfo 3-2 en el cuarto choque.
 

"Vamos por el gran sueño"

Jesús Herrera, el opuesto de Obras, mucho tuvo que ver anoche con llegar a la paridad en la serie final ante Bolívar. Su saque y sus ataques le permitieron al equipo sanjuanino salir a flote en momentos complejos. "Se hizo un gran partido. Tenemos una inmensa felicidad por este triunfo, pero vamos por el gran sueño. En el quinto partido nos jugaremos la ilusión que tenemos todos de ser campeones de la Liga con Obras", destacó el cubano.

Mientras que el armador, Matías Sánchez, sostuvo que "Bolívar nos complicó mucho, pero nosotros lo sacamos adelante. Estoy muy feliz por llegar al quinto partido: esa será otra historia, sin margen de error para ninguno. Ojalá Obras pueda ser campeón".

En tanto, Osniel Melgarejo, analizó que "era un partido donde no teníamos otra opción que ganar y así lo disputamos. En lo personal, me voy más conforme que en las otras finales porque logré ayudar al equipo como pretendo siempre. Tenemos la ilusión intacta".