Un equipo maduro, formado y con presencia dentro de la cancha. Ayer la experiencia de Unión pesó, pudo más que la juventud de Del Bono. El Azul se llevó tres puntos al vencer 2-0 a Del Bono y en silencio trepó a la segunda ubicación.

Alzarse a la victoria no le fue fácil a Unión, porque no jugó bien y los pibes Bodegueros, de tremendo estado físico, le hicieron sacar canas verdes. Esta nueva generación mostró que tiene mucho material para el futuro. Pecaron por la inexperiencia si no el resultado podría haber sido otro.

Al comienzo en Villa Krause no pasaba nada. Ambos equipos todavía no entraban en juego. A los 11′ el partido se suspendió 4 minutos por incidentes con la policía y la hinchada de Unión. Pero luego todo volvió a la normalidad. Unión de la mano de Rodríguez y algunas pinceladas de Verón se fue adueñando de las acciones. Morales, dentro del área, cabeceó y cuando se preparaba para festejar, apareció Hugo Castro para sacar la pelota de la línea. Los pibes de Arnáez parecían hormigas, porque estaban en todos lados. Metían, corrían, pero les faltó tranquilidad para definir.

El Azul, antes de finalizar el primer tiempo, tuvo dos chances. Un tiro de Verón y otro de Miguel González, que fueron contenidos por el pibe Vásquez.

En el segundo tiempo Marín se perdió un gol de no creer, cuando sólo la tenía que empujar. Fue un aviso de lo que vendría después. Verón asistió de primera a Carrizo y este fusiló al pobre Vásquez. La juventud del Bodeguero no se quedó atrás, Paoloni en el medio luchó a más no poder y arriba García varias veces estuvo ahí de anotar, pero el apuro y los nervios fueron sus peores enemigos.

El Azul sintió el desgaste y los encargados de generar juego, Verón y Galván no tenían la pelota. Pero en ese momento complicado apareció la experiencia de Miguel y Eduardo González para poner paños fríos. Y minutos más tarde en una contra el Azul cerró el partido. A los 38′ Lucas Rodríguez metió un zurdazo inatajable de afuera del área, que se coló en el ángulo. Unión en silencio llegó al segundo puesto, gracias al peso de la experiencia.