Junior se sacó la camiseta y la empezó a revolear haciendo un pasito de baile, mientras el cuerpo técnico saltaba en círculo. Luego, empezó la chaya con agua mineral y siguieron los abrazos, interminables. Fue el festejo, íntimo y de visitante en pleno estadio, de un equipo que se formó justamente para ese festejo. UPCN tocó el cielo con las manos y le dio anoche un momento histórico al vóleibol sanjuanino. Por primera vez, un equipo de la provincia clasificó a la final del máximo torneo del país, la Liga Argentina, en su 14ta. edición. De visitante, UPCN derrotó a La Unión de Formosa por 3 a 0, cerró la serie invicto y ahora esperará por Bolívar y Gigantes, que juegan hoy a las 22 en Neuquén y que gana 2-0 la serie Bolívar.
Fue uno de esos instantes inolvidables, lejos de casa, que se dimensionan luego. Los Cóndores alcanzaron su vuelo más alto en su flamante historia y lo hicieron con una contundencia que ilusiona. Anoche, ante el rival más complicado que siempre le tocó enfrentar (además de Bolívar), con una rivalidad que tuvo cruces dialécticos, encontronazos y sendas revanchas, se hizo grande. Se sacó la espina de haber sido eliminados y en San Juan el año pasado, por el mismo equipo formoseño encabezado por Milinkovic y Elgueta. Y en su casa.
Fue un gran partido de UPCN, que contrastó con una noche para el olvido de los formoseños. El primer set encontró a UPCN más concentrado y se aprovechó de un errático conjunto local. Muy metido, con Joel usufructuando la buena recepción de Patti y Garrocq, más letales primeros tiempos de Porporatto, los sanjuaninos fueron llevando el set a su ritmo. Kantor, nervioso, movió el banco, sacó a Elgueta y luego a Milinkovic, pero no hubo respuestas y el visitante arrancó ganando por 25 a 23.
El segundo parcial fue irregular. UPCN sacó rápidamente cuatro puntos de ventaja (8-4), pero La Unión reaccionó y con Moreno, pero fundamentalmente con el bloqueo de Martín Blanco Costa, pasó a ganar por tres. Pero, la balanza volvió a inclinarse y con un buen saque, más la presión en ataque, los sanjuaninos emparejaron, pasaron al frente y, ante un desconocido e impotente conjunto formoseño, ganaron el set nada menos que por 25 a 20.
El arranque en el tercer set fue letal de los visitantes. Por momentos, su juego fue perfecto, equilibrado, sin fisuras. La Unión cada vez se mostraba más desmoralizado, ante un público que literalmente se silenció. La imagen de Moreno, golpeando el piso en cada punto en contra, era la fiel imagen de lo que pasaba en el local. UPCN no aflojó pese a tener todo cocinado y fue por más, aplastando al mismo equipo que lo había eliminado en semifinales el año pasado, imponiéndose por 25 a 15.
Fue el cierre del partido y la apertura de los festejos. UPCN es finalista y ahora no lo para nadie. Ilusiones y ganas es lo que le sobran.