Tentador. Pan casero, dulces de membrillo, pasas de uva y latas de cerveza eran parte de las ofertas de los albardoneros que buscaron sacarle provecho a la competencia internacional que sin dudas, dejó ganancias en ese departamento.


 

Si hay crisis que no se note. Para hacerle frente a la economía que se vive en el país hoy en día, los albardoneros se la rebuscaron para sacarle rédito al World Superbike en el San Juan Villicum. Los habitantes del departamento que hizo local de la competencia que atrapó a todos los argentinos amantes de las motos este finde, se las rebuscaron para sacarle rédito a la prueba.

Los miles de turistas que visitaron este fin de semana San Juan seguramente se encontraron con algunas de las "ofertas" en el departamento del autódromo. Apenas uno pasaba el puente que unía Chimbas con Albardón, los albardoneros dejaban plasmados en los carteles al costado de la ruta, cada uno de los servicios que ofrecían. Casas de fin de semana, o habitaciones de casa común a 500 pesos por día podían encontrar quienes habían llegado sobre la hora con la capacidad hotelera colmada. Un patio de una casa común se había transformado este fin de semana en un cómodo resto-bar para los turistas. Pero no solo eso, sombrillas y colchones inflables también entraban en la oferta de los albardoneros y hasta un colectivo que podía usarse de motorhome,se ofrecía con un enorme cartel al costado de la ruta, aunque también un enorme parrillero con puntas de espalda a la llama también llamaba la atención de los transeúntes. "Este es el día que mejor nos ha ido", contó José, un cordobés que se apostó a metros del cementerio de Albardón con su puesto de indumentaria. Allí se podía encontrar desde una gorra a 250 a una remera a 350, casi la mitad del precio que ofrecía la tienda de merchandising oficial dentro del autódromo.

Sin dudas el stand más ingenioso fue el ubicado en las puertas mismas del predio, que era destinado a los motoqueros que llegaron de todo el país: "Lavá tu moto", se leía en el cartel ostentando a los turistas que, sin dudas, cuidan a sus vehículos de una manera especial. Sí, cada uno a su manera y con lo que tuviera alcance, se la rebuscó para sacarle provecho a la competencia internacional.
 

Lavado de motos duchas y hasta habitaciones de casas ofrecieron los albardoneros.

Aumentaron. El vendedor cordobés que se apostó en la ruta a pocos metros del autódromo llegó a su pico de ventas ayer.