Luego de la consagración, todo el plantel, acompañados por su familia, fueron a cenar. Allí los festejos se extendieron hasta muy tarde. Hubo bombos, lágrimas, confesiones y anécdotas de todo un año. El mensaje de cada uno expresando lo que vivió en la temporada y por supuesto, el brindis de los campeones.
La cita fue en un restó en Santa Fe y España, mesas en diferentes direcciones buscando generar la mayor cantidad de espacios posibles porque el festejo íntimo con los suyos era merecido. Nunca pararon de cantar el "dale campeón… dale campeón…". Estaban todos, desde el que "limpia las pelotas" como algunos definieron a la gente de la utilería, hasta el secretario general de UPCN, José Villa.
En la madrugada del miércoles todos eran iguales, desde los juveniles que prácticamente no jugaron, hasta los más experimentados cómo Leo Patti, que fue la voz cantante. Armoa fue quien tomó la palabra y agradeció al grupo, que siempre creyó en que ésta era la oportunidad y que tiene a los mejores en un equipo que él armó a su gusto.
Entre brindis, el bombo que golpeaba insistentemente Manuel Leskiw en una esquina del comedor, el revoleo de remeras y los gritos por el logro, uno por uno dijeron lo que vivieron. El profe Leandro Lardone, un enorme motivador, destacó lo bien que lo recibieron en un cuerpo técnico que ya estaba armado. Palabras de agradecimiento por ese trabajo que no se ve pero es fundamental para las estadísticas del chileno Alberto Varela. El cómo se fue armando en cuanto jugadores este plantel tras ver muchos videos con Armoa, tal cual contó Carlos León, el ayudante técnico.
Así la lista siguió. Los juveniles sanjuaninos como Heber García, Matías Salvo, Diego Villalba coincidieron en lo mucho que aprendieron al lado de "estos monstruos o estrellas", como los denominaron y que compartir un plantel con ellos fue lo mejor que les tocó vivir.
Juan Cruz Aramburu destacó lo importante que fue para él el llamado que recibió de Armoa cuando "estaba colgado". El gran año y la consolidación de Gustavo Molina, la fuerza que recibió Junior por parte de su padre desde el cielo. Esos fueron momentos emotivos. Al igual cuando García, con lágrimas en sus ojos, destacó que este año será inolvidable no sólo por UPCN, sino por la salud de su padre al que le detectaron cáncer hace muy poco.
También hubo momentos para las cargadas, las cánticos contra Bolívar, la burlas en la previa a este torneo sobre los que que decían que Moreno no podía jugar en un equipo que quería ser campeón, que Patti siempre perdió con Bolívar en las finales, que De Cecco era muy superior a González, pero que "la Mumy" fue el que terminó sonriendo.
Historias, anécdotas, vivencias de un plantel campeón. En la intimidad, con su gente, la que siempre los apoyó y anoche no se perdió el festejo y cada brindis para los nuevos reyes. ¡Salud, campeones!

