La crudeza de la primera semana del Dakar ha generado revuelo en la familia del rally, donde casi nadie duda al afirmar que se trata de la edición más extrema desde que la carrera llegó a Latinoamérica en 2009. Los pilotos más experimentados reconocen el aumento de la exigencia, pero recuerdan que el Dakar nunca ha sido fácil, mientras los amateurs, los más perjudicados por la dureza, se resignan a la nueva situación.
“La gente se queja porque se ha olvidado de los Dakar duros. Llevábamos unos rallys que nos tenían muy bien acostumbrados”, dice el español Joan ’Nani’ Roma, líder en coches y con 19 participaciones en la prueba a sus espaldas. La empresa que organiza la prueba avisó hace meses que este 2014 tocaba ajustar los tuercas tras dos últimos rallys relativamente ‘sencillos’.
Para ello aumentaron el número de kilómetros -más de 5.000 contra el crono y 9.000 en total- y el tipo de pista, sobre todo en las etapas en suelo argentino. Las pistas cómodas al estilo del mundial de rallys de otros años dieron paso a caminos rotos, con espesa vegetación, cruces de ríos, arena blanda y sectores con enormes piedras. Además apareció un invitado con el que nadie contaba: el clima. Las lluvias caídas la semana pasada en San Rafael, San Juan y Chilecito modificaron algunos caminos de como aparecían marcados en el libro de ruta que guía a los pilotos.
Tampoco estaba contemplado que las temperaturas rozaran los 50 grados, como sucedió en la quinta etapa entre Chilecito y Tucumán, que convirtió el recorrido en un infierno.
Las cifras de abandonos hablan por son elocuentes. Durante las seis primeras etapas, hasta la jornada de descanso, 89 de los 175 motoristas que empezaron se han quedado fuera del rally, más de la mitad. En el caso de los coches, han abandonado 66 de los 152 vehículos que salieron de Rosario el domingo pasado. Sólo 21 de 41 quads sigue en carrera, mientras que el caso menos dramático es el de los camiones, donde sólo 16 de 71 han cedido. Hay algunas etapas que se han convertido en verdaderas pesadillas. La tercera, entre San Rafael y San Juan, provocó el abandono de 28 automóviles y 21 motos.
Nadie sabe cuán duro será lo que sucederá en la segunda mitad del Dakar que comienza hoy.