"Siempre me apasionó el fútbol pero también me gustaba ser buen alumno. Creo que la clave fue ser constante, es difícil pero se pueden hacer las dos cosas", expresa Jairo Alemañe, un mediagüino de 28 años que supo jugar en la Quinta División de San Lorenzo de Almagro, llegó a jugar hasta con Angelito Correa pero nunca dejó de estudiar. Hoy es Licenciado en Economía y continúa jugando al fútbol aunque ya no de manera profesional. 

Oriundo de Media Agua, en la villa cabecera del departamento Sarmiento, Jairo Alemañe repasa su historia con el fin de que sirva para motivar a chicos y jóvenes que con constancia todo se puede. El delantero en plena adolescencia y cuando muchos chicos priorizan el fútbol por sobre todas las cosas, él se puso como objetivo poder llevar adelante sus dos pasiones: el fútbol y los estudios. Dice que comenzó en el fútbol tarde, porque tenía 13 años cuando su papá José lo llevó a la escuelita "Efima" en Media Agua. Siempre delantero y siempre goleador, se apasionó por el fútbol heredando eso de su papá. "Me encantaba jugar al fútbol pero del otro lado tenía a mi mamá diciéndome que primero estaban los estudios", dice sobre el consejo de Griselda. 

Para cumplir con las metas de sus padres pero también por una satisfacción personal, llevó adelante las dos cosas. Ya con 15 años, el mayor de los seis hermanos Alemañe abría el diario para leer sobre temas como el dólar y la inflación. "Ya desde ese momento soñaba con ser economista pero también soñaba con jugar en el fútbol grande", afirma. Su padre lo trasladó a jugar en Unión de Villa Krause donde llegaba una vez por semana para entrenarse junto a sus compañeros y el fin de semana cuando le tocaba jugar. El resto de los días se entrenaba solo en una canchita de Media Agua. 

Siempre destacado en los estudios, fue abanderado en la Primera y también en la Secundaria en el Colegio San Antonio de Padua en su Media Agua natal. En esos tiempos también se destacaba en el fútbol. Quedó seleccionado en una prueba que vino a realizar San Lorenzo de Almagro en Unión y aprobó para viajar a Buenos Aires. Recuerda que fueron a seis pruebas en Capital Federal hasta que el Ciclón lo fichó. Por suerte estaba terminando la Secundaria asi que era el momento perfecto para partir por su sueño de futbolista. O casi el momento perfecto. Porque cuando se sumó a la Quinta División de San Lorenzo y pasó a vivir en la pensión, Jairo se propuso ir por su sueño de ser economista y se inscribió en la carrera de Licenciatura en Economía en la Universidad de la Marina Mercante. "Fue difícil, quizás no era conciente que estaba en uno de los clubes más grandes del país y que tenía que dedicarme de lleno", expresa Jairo rememorando que viviendo en la pensión, entrenaba con San Lorenzo por las mañanas y por las noches viajaba media hora en colectivo hasta el barrio de Once para estudiar en la Universidad.

En esa Quinta del Ciclón, el sanjuanino competía en su puesto con "pibes" que subían de la Sexta para ganarse su lugar. Un tal Angelito Correa y Daniel "Tito" Villalba. "Era difícil ganarles el puesto porque eran unas bestias. Jugué poco y al año siguiente en Cuarta cuando me dejaron libre tuve que volver a San Juan", manifiesta. Fue Desamparados el club que le abrió las puertas. Jugando en ese momento Argentino "B", dice que el "Panadero" Del Valle le vio condiciones y empezó a jugar también dirigido por Julio González, técnico en la Local. Tuvo que trasladar su vida a la capital sanjuanina para evitar viajar a diario los 60 kilómetros que separaban su Media Agua de su nuevo club. A la vez, se inscribió en la Universidad Católica para continuar con su sueño de ser economista. 

Debutó con gol ante Del Bono por el torneo local y lo subieron para hacer la pretemporada con el plantel del Argentino. Entrenaba doble turno y en el turno tarde terminaba de entrenar y salía volando a la Universidad. "Me atrasé en varias materias porque los tiempos no me daban, una carrera de cuatro años yo la terminé en 7 años, fueron el costo de querer hacer todo a la misma vez", recuerda. Después pasó a jugar en Defensores de Boca de Los Berros: "No podía alejarme del fútbol, era mi cable a tierra", dice. 

Terminó su carrera en 2018 y unos meses después rindió la tesis para recibirse de Licenciado en Economía, su gran sueño. No conforme con eso, se fue hacer un posgrado a Mendoza y se recibió de Máster en administración de negocios. Hoy trabaja en SAP, una empresa de las más importantes a nivel mundial en sistemas de softwar con el que las empresas llevan a cabo sus operaciones. "Es un desafío enorme trabajar para una empresa de este nivel pero es lo que siempre quise ser economista a la vez sigo jugando al fútbol pero ya como un hobby", expresa Jairo hoy jugador en la Liga de Profesionales.

A sus 28 años tiene un montón de experiencias vividas por eso da a conocer su historia entre sus dos pasiones. "Hay chicos que por ahí dudan que se puede llevare adelante las dos cosas. Yo les digo que si están convencidos de lo que quieren vayan por eso. Si quieren vivir del fútbol que se dediquen al 100% pero el día de mañana el fútbol se termina por eso está bueno también no descuidar los estudios", expresa Jairo, el futbolista que gracias a la perseverancia pudo llevar adelante sus dos pasiones.