Una lástima que haya habido pocos testigos. Sólo algunos familiares de jugadores, contados allegados al deporte y un puñado de periodistas, nada más. Es que así lo pidieron de la Selección argentina de vóleibol, que está iniciando un proceso a cargo del experimentado y exitoso técnico Julio Velasco con vistas a la World League y al Campeonato Mundial de este año y que trata de hacerlo en silencio y a pleno trabajo. Lo cierto es que el equipo Albiceleste jugó ayer un partido amistoso algo +más oficial+ frente a UPCN, que a su vez está cerrando detalles para cumplir sus sueños de ser protagonista del Mundial de Clubes que comenzará el lunes venidero en Brasil.

Y fue una lástima que la gente no haya visto un choque entretenido con jugadores, de los dos lados, que dieron todo. Al final fue victoria de UPCN. Clara. Sin discusiones. Prácticamente con el peso de su juego asociado y de sus grandes individualidades. El equipo de Fabián Armoa ganó 3 a 1 (parciales 20/25, 25/18, 25/15 7 28/26) y, encima, se dio el gusto de también ganar un +mini set+ (por 15/12) entre los suplentes de ambos bandos.

Pero hay que tener en cuenta algo fundamental y lógico: Mientras UPCN es dueño de un juego compacto y que está en la cresta de su rendimiento, la Selección Nacional está largando recién con sus entrenamientos y sus jugadores empezando a +conocerse+ en el juego.

Partiendo de esa base, se entiende los porqué de la supremacía del Gremial, las veces que se enfrentaron. El lunes ya lo había plasmado pero como que el resultado quedó en el anecdotario. Pero ayer, jugando con dupla arbitral y llevando el tablero, igual UPCN dominó el trámite. ¿Destacados? en la Selección, +Ale+ Toro en todo su juego y también la fuerza de otro sanjuanino: Fede Pereyra. Y, en el Gremial, la potencia de Junior, Olteanu, Tell y Lazo sobre la red. La capacidad de armado (y de saque) de González y la efectividad de saque de Filardi. Claro, todo el resto como gran equipo que es.