Por su forma de ser, sencilla, calma, uno imagina que Luciano Montivero, para todos simplemente El Pato, es un tipo tranquilo. Sin embargo, detrás de esa longilínea figura se esconde un hombre hiperactivo, al que le molesta estar sentado y que siempre anda buscando algo que hacer en la vivienda que comparte con su esposa Silvina Gaona y sus hijos Elías (7), Luciana (5) y Naiara (1). Criado en los quehaceres del campo y acostumbrado al trabajo duro, Luciano cuenta que cuando no está arreglando el terrenito del fondo, suele ponerse a arreglar algo. "Siempre, busco que hacer", confía, quien anteayer se coronó ganador de la 35ta. Vuelta Ciclista a Mendoza.

"Es tan inquieto, va de aquí para allá, por eso nosotros ni siquiera acostumbramos a tomar mate", cuenta su mujer a quien, Montivero, conoció en aquella etapa de su vida en la que se radicó en Zonda. "El único momento en que está quieto es cuando juega con los niños", añade la joven esposa, quien el domingo pasado no aguantó y junto a su cuñada se tomó un colectivo hasta Mendoza, para acompañar a su marido en uno de los momentos más importantes de su campaña deportiva. "Yo ni me imaginaba que estarían allí, fue una sorpresa, las ví antes de largar", acotó el corredor.

Nacido en Carpintería, Luciano es desde hace cuatro años vecino del Barrio Don José, ubicado en La Rinconada, Pocito. El propio gobernador José Luis Gioja le llamó telefónicamente para invitarlo a que vaya a la entrega de las viviendas. "Era un día lunes, yo estaba en el Sindicato de Luz y Fuerza, conversando con Don Juan (Chica) y después de felicitarme nuevamente porque había ganado la Vuelta (de San Juan en 2007), me dijo que me esperaba el miércoles a las cinco de la tarde en el barrio que se iba a entregar en El Abanico. Yo sabía que el barrio en construcción era este porque El Abanico es más atrás -dijo señalando hacia el suroeste-, fue una gran alegría", afirmó quien para la sesión de fotografías había dejado su bicicleta Trekk de ruta en la puerta de calle. "Aquí no pasa nada, toda es gente muy buena', amplió.

Acostumbrado a estar gran parte del día fuera de su hogar, por las largas jornadas de entrenamiento, Luciano explica que realmente le gusta mucho pasar momentos en familia dentro de su casa. "En los momentos libres trato de disfrutar a los chicos, la más chiquita (Naiara) me contó mi señora que me extrañó mucho, que anduvo triste toda la semana. Esta mañana corría por todos lados y no quiere despegarse de mí ni un minuto", contó.

Consultado sobre que ocurrirá de ahora en más, teniendo en cuenta que carga sobre sus piernas el peso de toda una temporada, Montivero dijo que se preparará para el Campeonato Argentino. "El miércoles empiezo a entrenar con el Pollo (Ernesto Fernández, técnico del equipo). Sé que es un circuito llano que no se adapta a mis condiciones pero veremos qué se puede hacer. Estoy muy cansado, pero tiraré hasta correr la clásica 1ro. de mayo en Salta", concluyó.