“Estoy muy motivado, eso es el que me llevó a aceptar la propuesta. Volver a jugar de opuesto y que el entrenador me dé toda la confianza para ser la carta ofensiva del equipo me genera una expectativa enorme”, confesó Federico Pereyra (28), quien empezó a dejar atrás los momentos complejos que atravesó en la Liga Argentina pasada, cuando un pozo de depresión lo llevó a desvincularse de Obras antes de tiempo. Ahora, el experimentado atacante sanjuanino será el opuesto de Lomas Vóley, otro de los clubes más fuertes del país. De esta manera, Pereyra dejará de ser punta receptor para cumplir el rol que lo llevó a ser campeón nacional e integrante de la selección argentina.

“En la Liga pasada no la pasé bien a nivel personal, pero es algo que voy dejando atrás y sin dudas que ir a Lomas me va a ayudar muchísimo. Tenía propuestas de Bolívar y de Irán, pero el hecho de ser opuesto titular en Lomas volcó mi decisión”, dijo Pereyra. Los opuestos, en los equipos de vóley, son los jugadores de mayor peso en ataque y tienen además la responsabilidad de cerrar los puntos, especialmente los decisivos. Pereyra, surgido en UVT, empezó a jugar como punta, pero fue el por entonces técnico de la selección, Javier Weber, quien en 2008 lo convirtió en opuesto y con ese rol incluso después fue campeón de Liga con Bolívar.

Tras jugar los últimos años en el exterior, Obras lo repatrió pero fue como punta, pues ya tenía un opuesto venezolano. “Me costó mucho la recepción, así que no pude encontrarme con mi juego. Ahora con Lomas se abre otro panorama. Es un equipo muy competitivo, que es protagonista de Liga y tiene muchas aspiraciones”, señaló Pereyra, quien en las próximas semanas se sumará al plantel para afrontar el Torneo Metropolitano entre junio y julio y ya en agosto empezará la pretemporada para la Liga Argentina.

Será el 11mo club en la trayectoria profesional del talentoso jugador. En A1 jugó en Obras, desde los 16 a los 18 años. Luego fichó para Boca y de ahí emigró al Kifisias de Grecia. Después pasó al Numancia, de España, y volvió al país para jugar en Bolívar, con el que fue campeón argentino y sudamericano y terminó cuarto en el Mundial de Clubes. Esa vidriera le permitió acceder a la poderosa Superliga brasileña, con el Montes Claros Volei. Y luego, al Al Alhi de Dubai y al Volley Brolo de Italia.
Emigró a Bélgica para ser subcampeón con el Noliko Maaseik y luego hizo podio en Irán con el Mizan Mashad. En 2016 volvió a Bélgica con el Noliko y en la temporada pasada regresó a San Juan con Obras. Ahora, un nuevo desafío se presenta para Pereyra.