Practica natación desde hace tres años. Los que saben dicen que empezó tarde en el deporte en el que, a los 12 años, ya es figura destacada. Lo descubrió Martín González, su entrenador en Ausonia. Al técnico le llamó la atención la altura del pibe y enseguida habló con sus padres José Vargas Krause y Valeria Pantano.
Desde ese momento en 2010, para Domingo Vargas Krause, la piscina dejó de ser solamente un lugar de esparcimiento para convertirse en el escenario donde comenzaría a desarrollar su potencial.
Pertenece a la segunda hornada de la nueva natación sanjuanina. Con sus triunfos tomó la posta, en las categorías menores, de los hermanos Valentín y Felipe Vargas, quienes ya se destacan entre mayores y juveniles, respectivamente.
Es hincha de Boca y de Sportivo Desamparados, aunque el fútbol no es un deporte que lo apasione. Aparte de nadar, cumpliendo estrictamente con el programa de entrenamiento, desde este año comenzó a jugar al básquetbol. Antes, cuando era más chico, sus preferencias deportivas tuvieron un pasaje por la gimnasia artística.
Alumno de primer año de la Escuela Modelo, Domingo es el mayor de tres hermanos. Manuel (8) y Vicente (3), lo acompañan en cada torneo y son quienes con sus gritos suelen sacarlo de su mundo, ese que pasa por la escuela, el deporte y algo de televisión (“le encantan los programas tipo reality, de History y Discovery Channel”, cuentan sus padres).
Luego de ganar de manera impecable los 50 metros libres, los 50 pecho y los 100 pecho. Y tras ser segundo en 100 y 200 libres, los entrenadores del seleccionado nacional hablaron con su técnico y se interiorizaron en él, para integrarlo al proyecto Buenos Aires 2018. Para los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se desarrollarán en Capital Federal, Domingo tendrá 17 años, razón por la cual el monitoreo de su rendimiento será continuo.
Tranquilo, de pocas palabras, el pibe tiene en claro lo que quiere. Los Panamericanos y los Juegos de la Comunidad Italiana son dos objetivos en los que enfocará su atención competitiva futura.