Que lástima! El mejor partido del Clausura no merecía ese final polémico. Con incertidumbre. Con protestas. Con un cuadro que no cabía ante tanto buen hockey que se había visto durante toda la noche. Es que la conquista del “Guille” Babick en el alargue y por el sistema de gol de oro se dio justo cuando al mismo tiempo sonaba la chicharra de cierre del primer tiempo adicional. Sólo una luz de diferencia entre ambas cosas. Imperceptible para quien sea. Aunque el verdadero final -y reglamentario- se da cuando alguno de los árbitros toca el silbato indicando el cierre. Y la duda está en saber si tanto Montiveros o Cáceres -los árbitros- pitaron. Y como ellos indicaron que no, ese misil que lanzó Babick casi desde el medio de la cancha inclinó la balanza para Estudiantil por sobre Sarmiento. Así el tablero final quedó sellado: 3-2 para los de Santa Lucía. El Albiverde sacó la diferencia en el primer choque. Mañana será la revancha en el mismo lugar. pero ya Sarmiento estará obligado a ganar para forzar un tercer partido. El hockey tiene esas cosas. Esos momentos sublimes.

Pero el partido de anoche no se lo merecía.
Es que ambos desparramaron un hockey de alto vuelo. En el primer tiempo, y luego de un mejor arranque del equipo albardonero (sus hinchas habían copado en un 80% las tribunas), Estudiantil tomó la posta y terminó mostrándose como el mejor.

Eso sí, se topó con un Pocho Svriz brillante en el arco. Casi imbatible. Por eso se fueron al descanso sin goles.

En el complemento llegaron las emociones. El Taco Raed abrió la cuenta con un gol de su sello genial. Pablo Martín lo empató con un tremenda media vuelta. El mismo Martín puso en ventaja al Albiverde con un bombazo. Y el Taco lo empardó con un penal. Entonces se fueron al alargue.

Estaban en eso. Pensando en que tenían que seguir jugando los otros 5’ adicionales, pero llegó el grito de “tirá, tirá” y Babick hizo caso y le dio al bulto. Y entró nomás. Polémica pura.