Tenía que ser justo ahora. En el debut. En el partido que pone nerviosos a todos los jugadores. Porque, hasta que se acostumbran al escenario, ya pasó. Pero por ahí es bueno, porque en caso de ganarlo es una inyección de fe y optimismo. La Selección Argentina de hockey jugará ese partido ante Francia (14.30 de nuestro país). Decidirá cuál de los dos quedará primero en el Grupo y cuál segundo. Y eso tendrá incidencia en el futuro. Porque si la Argentina termina primero esquivará a España (el gran favorito siempre) hasta la final. Pero si es segunda tendrá que vérselas con los españoles en cuartos de final en un partido a cara de perro.

La Argentina es superior en los papeles. Por historia. Por nombres. Por todo. Pero a los partidos se los gana en la cancha. Francia cuenta con ese hándicap de ir como el que menos chances tiene. El horario del partido resultó un dilema hasta ayer, cuando se confirmó que sería a las 14.30 de nuestro país (18.30 de Angola), pues se había especulado con que cerrará la jornada a las 17 de Argentina.

De acuerdo a lo que se vio en los últimos partidos de práctica, el técnico Darío Giuliani tiene el equipo titular en mente. El mendocino Valentín Grimalt al arco. Mario Rodríguez parado más atrás, en compañía de un Carlos Nicolía con salidas explosivas por los costados. Y, adelante, Emanuel García metido más en el área y Matías Pascual con libertades, aprovechando su habilidad y sorpresa. Pero Giuliani tiene variantes. Entonces aparece Carlos López en la ofensiva.

Sobre Francia es poco lo que se conoce. Sólo que tuvo una previa del Mundial muy auspiciante. Ganando todos sus partidos de práctica. Inclusive al mismísimo España. Por eso es que hay que tener cuidado. Afirmado en la sed goleadora del “Bebo” Morales y en la experiencia de Cirilo García, por ejemplo. Dos sanjuaninos que nacieron en Bancaria y que hoy suman para los galos.

Los demás serán corredores por excelencia. Y bien armados, porque por eso han ido progresando. Eso sí, Francia largó muy bien en los últimos Mundiales y después se fue cayendo. ¿Será igual ahora? Los argentinos tendrán que tener cuidado porque el Mundial está empezando y Francia los larga con su mejor cara.

Para la Argentina éste es “el partido”. Después enfrentará a Alemania y Uruguay, respectivamente. Y seguro ganará ambos partidos. Eso sí, el de hoy es el que le marcará el futuro.

Qué difícil se hace explicar cómo viven los angoleños. Es que acá existen dos realidades distintas. Diametralmente opuestas si se quiere. Está la vida cotidiana, que es gris. Esforzada. Hecha sólo para gente que está acostumbrada a llevarla sin pensamientos de reclamo. Casi en una lucha por sobrevivir. Y está la vida relacionada con el Mundial de hockey sobre patines, que va emparentada con el primer mundo. Esa que se mueve por los detalles, que es inflexible y que parece no tener necesidades.

Así es acá, en Angola. Puede verse a mujeres llevando todo tipo de mercadería en un paquete sobre sus cabezas. Como si fuera una canción del equilibrio. O puede admirarse de cómo son los detalles puntillosos para quienes entran a ver los partidos del Mundial.
Angola es un país, según dicen los propios angoleños con orgullo, que está en una etapa de transición luego de sufrir por una devastadora guerra civil. Es que las luchas de poderes, que terminaron hace 11 años, dejaron un pueblo libre. Tiene poco más de 20 millones de habitantes (en Luanda, su capital, hay 5 millones). La gente común, todos de raza negra, invaden la calle. Venden lo que sea y como sea. No importa si es legal o ilegal. Un trabajador tipo gana 30.000 kuenza (la moneda oficial) que son 300 dólares más o menos. Si lo relacionamos con lo que nos pasa en Argentina, ese trabajador estaría ganando unos 1.700 pesos, para mantener una familia tipo de cuatro personas. Por eso es que todo parece pobreza. Mal entendida para los angoleños, porque ellos son felices con su libertad.

En la vereda de enfrente está la opulencia que se muestra en este Mundial. Y eso que el hockey no es un deporte popular. Como lo es el básquetbol, el deporte por excelencia. En Angola, el petróleo es la fuente que trae el dinero. Por eso, los que tienen, se manejan con “petrodólares”. Hace un par de años, Angola firmó un convenio con China para buscar fuentes de trabajo. Entonces, los chinos invadieron éstas tierras. En la actualidad quedan pocos, pero igual son muchos. El estadio donde se juega el Mundial de hockey es una maravilla. Y cerca, a pocos kilómetros, está el de fútbol, que es decididamente impresionante. Ambos son obras arquitectónicas que nosotros, los sanjuaninos, casi que ni vemos.