El aliento de los hinchas argentinos, aun siendo minoría, es la gran preocupación que tienen los españoles de cara a la final de la Copa Davis, que se desarrollará en el estadio Olímpico de La Cartuja, Sevilla, entre mañana y el domingo.

Desde lo táctico o lo estratégico, el conjunto local ya tiene todo claro y solamente espera la hora de jugar: Rafael Nadal y David Ferrer, quienes ayer intensificaron sus entrenamientos, serán los singles, y Feliciano López y Fernando Verdasco animarán el dobles, el sábado.

Del otro lado, estarán Juan Martín del Potro y Juan Mónaco en los individuales; y David Nalbandian y Eduardo Schwank en el dobles, un punto que consideran decisivo.

Así, el foco de preocupación se trasladó a las tribunas. “A nuestros seguidores les tocará una tarea especialmente importante. Hacerse sentir más que los argentinos que lleguen al estadio”, arengó el propio Nadal, número dos del mundo, días atrás.

Tendrán el beneficio de contar con 20 mil hinchas locales contra alrededor de tres mil argentinos.

“Todo el mundo sabe que el público argentino es especial y te anima fuerte. Lo que hay que conseguir es que en esta final los españoles se oigan muchísimo más‘, apuntó Nadal.

De los cerca de tres mil simpatizantes albicelestes que habrá en La Cartuja, la mitad viajaron con paquetes turísticos desde la Argentina y la mitad son residentes en España.

En ese juego español de neutralizar los gritos argentinos se mezcló, inclusive, una disputa por las entradas. “La Real Federación Española de Tenis modificó unilateralmente la ubicación de las localidades que tienen los argentinos, a los que se les cobró una categoría 2, en sitios preferenciales, y ahora se los quiere llevar 14 filas más arriba”, precisó Arturo Grimaldi, presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT).

Los dueños de las entradas no quieren resarcimiento económico, una de las posibilidades para solucionar el conflicto, sino respeto por las ubicaciones originales: la cercanía, sospechan, les servirá para que el aliento se sienta más y mejor.

Lo que no existe todavía es una certeza respecto de la gente que habrá: la RFET anunció una disponibilidad de 22.140 asientos, pero agregó otros 6.000 de ‘visibilidad reducida‘. De completarse la capacidad total, se superaría el récord histórico para una serie de Davis: fue España y EEUU, también en Sevilla, con 27.200 entradas en la final de 2004.